Las peñas se desmarcan de las amenazas al presidente del Barakaldo

La protección policial asignada por la Ertzaintza al presidente del Barakaldo no ha dejado indiferente a nadie. El conflicto que ha vivido el club en los últimos meses llevó a que el domingo Orlando Sáiz acudiera vigilado por dos agentes a Lasesarre, una medida por la que optó la Policía vasca ante la denuncia por las amenazas sufridas.

Peñas consultadas se desmarcan «rotundamente» de dichas coacciones, pero se cuestionan «si realmente son tan graves como para necesitar este servicio», señalaron desde Indar Horibeltz, una de las agrupaciones que ha mostrado su rechazo a la gestión de la junta. «Le instamos a que, como bien afirma poder hacer, haga públicas esas amenazas que dice haber sufrido para que el resto de aficionados, medios de comunicación, lectores, etc, puedan hacer sus cábalas. No sabemos qué pretendía dar a entender con esas declaraciones. No creemos que sea necesario que un presidente amateur tenga que necesitar esta protección».

A Xabier Zubiaurre, de Bultza Taldea, una peña que se ha mantenido al margen del conflicto, le resulta «algo exagerado» todo lo acontencido. «Desde el desconocimiento de cuáles son las amenazas, creo que no hay que llegar a ese extremo. Habrá hechos denunciables, pero el propio presidente dijo que él no pidió protección». Muchos socios salieron de la asamblea «pensando en cómo se ha podido llegar a esta situación», asegura este abonado, pero otros como los peñistas de Indar Horibeltz y Cañoneros se fueron con la idea de que la revelación de dicha protección responde a la intención de «desviar la atención de sus idas y venidas con la afición fabril». A esta parte de la hinchada le ha molestado que «deje entrever que esas amenazas son obra del sector que se ha mostrado crítico con su gestión». «El presidente, junto con su junta, ha querido criminalizar a los sectores discrepantes, arremetiendo duramente contra aficionados y contra la grada de animación, que poco a poco ha ido recogiendo sus frutos hasta llegar a alcanzar la centena de seguidores».

Orlando Sáiz desveló en la junta de socios del pasado lunes que el sábado anterior presentó una denuncia por amenazas en la comisaría de la Ertzaintza de Sestao. Un día después, dos agentes de la policía autónoma le ofrecieron protección para acudir a presenciar el último partido del Barakaldo en Lasesarre.