jueves, 25 de mayo de 2017

Los Ultras Sur pierden el juicio con el Real Madrid

El Real Madrid decidió atacar en el ecuador de la bonita temporada 2013-14 (Champions y Copa del Rey) el grave problema que tenía en el estadio Bernabéu con los radicales que se encontraban en el Fondo Sur. Florentino Pérez tomó la decisión de acabar con la violencia de ese grupúsculo, que no representaba, todo lo contrario, al club. Los Ultras Sur no creaban más que contratiempos y sinsabores a una entidad que propaga en su cultura la deportividad y el buen comportamiento, además del saber ganar y perder, muy importantes.
Florentino Pérez y Joan Laporta pactaron, en uno de los mejores acuerdos entres dos rivales deportivos, acabar de una vez con los grupos violentos que se adjudicaban la representación de ambas aficiones, los Ultras Sur y los Boixos Nois. Los dos grandes clubes, Real Madrid y Barcelona, abordaron el litigio y terminaron con lo derechos de pernada que ambas bandas de radicales se concedían en los fondos de cada estadio, el Bernabéu y el Camp Nou. El Real Madrid dispersó a esos abonados radicales y los colocó por diferentes lugares del estadio madridista.
Su valentía la han pagado ambos presidentes desde 2014. Laporta ha sido perseguido por las dianas colocadas en las paredes de sus casas donde ha vivido. El presidente del Real Madrid ha visto cómo la tumba de su esposa, María de los Ángeles Sandoval, conocida por Pitina, fallecida en estos días de mayo de hace cinco años, ha sido pintada y destrozada una y otra vez por esos ultras que fueron dispersados por el estadio.
El grupo ultra que se colocó en el fondo sur del Bernabéu durante lustros acudió a la Justicia para solicitar su retorno al Fondo Sur, la consecución de un abono vitalicio y el pago económico de una indemnización por el cambio de asiento en el graderío, dado que la medida se tomó mediada la campaña 2013-14, y fueron trasladados a abono más caros.
La Audiencia Provincial estudió esa petición de la reasignación a los ultras en el lugar donde siempre habían estado ubicados en el Fondo Sur y que les fueran concedidos unos abonos vitalicios. Y la sentencia da la razón al Real Madrid. Tiene la potestad de cambiar a los abonados de asientos, para evitar la concentración de violentos, y no existen los abonos vitalicios.
El pago de indemnización, que era admitido por el Real Madrid desde el principio, al ser trasladados en muchos casos a un abono más caro, ascenderá en total a menos de 8.000 euros. Pero los Ultras Sur no volverán a estar en un Fondo ni tienen, como nadie tiene, abonos vitalicios.

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