miércoles, 14 de junio de 2017

Frente Bokerón, toda una vida animando al Málaga CF

Imaginen un domingo cualquiera. Un padre uniformado idénticamente a su hijo se dirigen al estadio. El pequeño viste la nueva camiseta del Málaga, mientras el padre sigue poniéndose con apego aquella vieja camiseta del ascenso del 2008. Ambos sienten un sentimiento más allá del resultado, de un gol en contra en el último minuto o el sufrimiento de cada año por no descender. El niño ha decidido amar unos colores que no son del todo fáciles de animar. Él ha seguido los pasos de su padre y va cada jornada a animar al Málaga CF.
Cada partido ambos lo viven con la mismas ganas que el primero. Y aunque el niño sabe que su equipo no acostumbra a ganar, cada jornada dice lo mismo: “Papá, hoy ganamos”. La ilusión se vive durante toda la semana aunque el día que toca visitar La Rosaleda es especial.
Una ilusión con mucha responsabilidad
El pequeño, lleno de inquietudes, pregunta a su padre camino del estadio que cuando podrá ir con los ultras. Él también quiere dejarse la garganta cada fin de semana en el campo y quiere ser uno más de la grada de animación. Con cara de sorpresa, el padre le intenta explicar algunos conceptos que el joven, por su inexperiencia, desconoce. Primero tendrás que aprender lo que significa animar a los jugadores y luego podrás ir.
Afición animando en un partido del Málaga CF | Málaga CF
Su padre continúa sermoneándole.  Hijo tienes que comprender una cosa: cuando seas mayor irás a la zona que quieras del campo pero debes de saber que hay dos tipos de ultras. Podrás ser un ultra que anima, que siempre está con sus jugadores, que vive los colores y que le duele cuando su equipo pierde. Aunque también podrás ser un ultra agresivo, un ultra que forma peleas o que no acepta que un aficionado rival esté a su lado. Tú eliges.
“Un ultra que anima, de los buenos, de los de verdad”
El hijo después de meditar las palabras del padre dijo: “Papá, el año que viene quiero ir con el Frente Bokerón”. El padre sorprendido de nuevo, le pregunta: “¿pero tú qué sabes del Frente Bokerón?” – Pues muchas cosas. Sé que nacieron en 1986 como grupo de animación del Málaga. Que es el grupo con más antigüedad animando al equipo. También sé que han pasado por varias zonas de La Rosaleda. Primero estuvieron en fondo alto, luego en preferencia y ahora están en fondo bajo.
Papá, además sé que antes les gustaba encender bengalas y lanzar papelillos detrás de la portería. Aunque eso a mí no me gusta. Ahora, sólo despliegan grandes tifos que ocupan una parte de la grada. He escuchado que es algo característico en ellos. Algún día quiero sostener uno y defender orgulloso el escudo del Málaga. Papá, yo quiero ser un ultra que anima, de los buenos, de los de verdad.
Despedida y agradecimiento a Duda en su último partido | Málaga CF
Quiero estar con el Málaga en las buenas y en las malas como el Frente hizo cuando el equipo casi desaparece. Papá estoy seguro que si el equipo baja, yo bajaré con ellos. Y que cuando mis jugadores vuelvan a rozar el cielo alcanzando unos cuartos de Champions, yo seguiré animando. ¿Sabías que  en la 2002/03 el Frente Bokerón viajó por Europa cuando el Málaga estuvo en UEFA? Una pena que justo después estuviesen a punto de desaparecer como grupo de animación. Malos tiempos tienen todos, hasta el Málaga, papá.
Frente Bokerón, 31 años de historia y miles de partidos dejándose la voz
En 2006 celebraron su veinte Aniversario aunque coincidió con el descenso a segunda del equipo. Y cuando cumplieron treinta años disfrutaron de una gran temporada con Gracia como entrenador. Las cosas del fútbol, que te voy a contar a ti. Ahora son muchos y además animan cada minuto como si fuese el último. Igualmente, allí en fondo bajo está Malaka Hinchas, el Frente Comepipas y algunos grupos más. Papá, prometo ser un ultra de los buenos, no te fallaré.
El padre comprendió que en la vida no hay nada más bonito que la ilusión. Y el hijo la siguiente temporada abandonó su sitio habitual para trasladarse a fondo bajo. En la lejanía, el hombre que iba con su pequeño de la mano observaba desde su asiento como su hijo crecía en el Frente. Veía como trataba a la afición rival y como animaba a los suyos.
Los años ya no perdonan y el padre se ha tenido que quedar en casa viendo a su Málaga por la televisión. Es la primera temporada que no va al estadio. Él no quiere reconocerlo pero sufre más desde el sillón que en el campo. Cada domingo, el padre llama a su hijo para recordarle los valores que un día le enseñó. Tras colgar, el hombre mayor, con su camiseta del ascenso del 2008, respira con la tranquilad de saber que su hijo se ha convertido en un ultra educado al que no le gusta la violencia.

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