sábado, 10 de junio de 2017

Las peñas se rebelan contra el Celta

La afición del Celta se ha rebelado contra la junta directiva que encabeza Carlos Mouriño debido a las limitaciones de la nueva grada de animación, denominada Grada 1923, que el club quiere poner en marcha la próxima temporada. Treinta y seis peñas firmaron y emitieron ayer un comunicado en el que acusan a la entidad de "dar la espalda a su masa social" por hacer caso omiso a las peticiones realizadas desde las peñas con respecto a la nueva grada. "La grada de animación de ningún modo debe nacer de la soberbia, de la falta de talante, de la traición y de la mentira de una directiva que, al menos socialmente, no hace más que perder partidos", indica el comunicado en una de sus partes más duras.
"Embarcados en una nueva decepción", se titula un comunicado que hace referencia al lema de la campaña de abonados del Celta. Las agrupaciones de aficionados acusan al club de vender "frases bonitas y mensajes emotivos" que funcionan como una cortina de humo. "La realidad dista bastante de lo que nos intentan vender. Además de enmascarar la subida de precios por sexto año consecutivo, anular las condiciones pactadas en su día con los antiguos socios de Preferencia Lateral y de jugar con números, trucos de márketing y porcentajes de descuento que en la práctica no son tal, este año también tomaron la decisión de echar por tierra un proyecto que podría haber sido francamente bonito", denuncian las peñas.
El comunicado explica que la grada de animación es una "demanda histórica" y que hace una semana responsables del Celta se reunieron con una "amplia representación de las peñas para en teoría tratar de forma conjunta la puesta en marcha de la grada". En esa reunión se realizaron propuestas, sugerencias e ideas que el Celta acordó perfilar en un segundo encuentro que no llegó a producirse. "Escasos días después nos encontramos con una serie de medidas innegociables, inamovibles, sin derecho a replica, con nulo margen de maniobra y lejos de lo que la afición quiere y necesita. Nuevamente, un gran paso atrás", denuncian las peñas firmantes.
"Consideramos que una grada de animación no debe tratarse de algo impuesto bajo las condiciones de aquellos que, precisamente, jamás dieron un grito de aliento. Esta debe ser fruto del diálogo, de la comunicación y de la puesta en común de las ideas de las personas que la van a integrar, pero de ningún modo debe nacer de la soberbia, de la falta de talante, de la traición y de la mentira de una directiva que, al menos socialmente, no hace más que perder partidos", señalan los aficionados en un texto  en el que critican la limitación de edad (de 16 a 40 años), la obligación de asistir a los partidos (no se puede faltar a tres seguidos o cinco alternos) y la falta de libertad para "expresarse democráticamente sin estar supeditados a los intereses de la directiva".

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