El primer envite de la final de la Copa acabó con un 1-1 que no dejó satisfecho a ninguno. Sin embargo, el partido no fue el protagonsista, sino lo que ocurrió en los momentos previos.
Antes del inicio del encuentro ocurrieron algunos disturbios a las afueras del estadio, pues muchos hinchas no pudieron ingresar debido a que las entradas que presentaron eran falsas.
Los aficionados aseguraron que habían sido estafados, pero aún así se les negó el acceso al Maracaná, lo que provocó enfrentamientos entre aficionados y la policía tuvo que intervenir.
Las fuerzas de orden público dispersaron a la mayoría con gas de pimienta y algunas bombas lacrimógenas y detuvo a una decena de personas.
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