La afición del Newcastle está harta de la gestión del propietario del club, Mike Ashley. En una década con el empresario al frente, el equipo ha descendido en dos ocasiones a la Championship y Ashley ha tenido problemas con más de un entrenador por su actitud en las ventanas de fichajes y ha puesto el futuro del Newcastle en entredicho con una posible venta del club.
El miércoles, los hinchas tomaron un paso más en la expresión de su descontento con una serie de pancartas que ocuparon todo un lateral del estadio justo antes del partido ante el Burnley. En los carteles, unas frases tan emotivas como significativas en la historia del club: “Nunca abandonéis a vuestro club. Seguid apoyándolo, es vuestro club y confiad en mí, un día recuperaréis a vuestro club y será todo lo que queréis que sea. El Newcastle United es más grande que cualquier persona. Ahora duele, pero seguid adelante. Él es sólo un hombre y nosotros somos una ciudad, toda una población. Confiad en mí.”
La frase corresponde a unas declaraciones que realizó Kevin Keegan, exentrenador del Newcastle, y un gran ídolo para la afición, que abandonó el cargo en 2008 después de múltiples desavenencias con el propio Ashley y su directiva, precisamente por la ausencia de fichajes en el mercado de verano.
En su momento Keegan explicó que el Club le había prometido libertad a la hora de fichar y vender jugadores pero Ashley no cumplió la promesa y, junto a sus directivos, acabaron forzando la salida del entrenador, que no aceptó seguir al mando de una plantilla que no iba a tener a los futbolistas que había pedido. Más adelante, en una charla con aficionados, el exentrenador los animó a seguir apoyando al equipo a pesar de Ashley con la frase que los fans mostraron este miércoles.
La historia se pudo repetir
Ahora, Rafa Benítez se encuentra en una situación parecida. El entrenador se ha quejado de la ausencia de movimientos durante este mercado de invierno e incluso -según la prensa británica- llegó a dar un ultimátum: o había fichajes o se marcharía en verano. La respuesta llegó este miércoles, con la contratación de nuevos jugadores, algo que el club anunció tras el partido contra el Burnley.
Sin embargo, estos movimientos podrían no ser suficientes para una afición enojada con Ashley por haber puesto el club en venta en mas de una ocasión. El propietario ya lo hizo en 2009, aunque cambió pronto de opinión. De nuevo, en 2017, y después de conseguir el ascenso a la Premier League, Ashley quiso vender el Newcastle. La posibilidad despertó el interés de una inversora, Amanda Staveley, pero el trato -que habría sido por unos 300 millones de libras- no se cerró por decisión del propio Ashley. Para muchos aficionados, esa venta habría supuesto una nueva y mejor era para el Newcastle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario