Tiempos convulsos en el Athletic. No sólo en lo puramente deportivo, donde el equipo de Ziganda está sumido en una crisis crónica de juego y resultados. Sino también fuera del verde. Con la tragedia de la visita del Spartak todavía en la retina, el club vasco tendrá que acoger en diez días a la afición violenta más numerosa del viejo continente. Para colmo, las posibles medidas que pueda tomar la UEFA llegarían después de la visita de los franceses.
Los ultras del ‘OM’ ya la ‘liaron’ en Bilbao
Una visita que ya están preparando en la capital guipuzcoana. Y es que en el Athletic ya están avisados. La última visita de los franceses a La ‘Catedral’ ya dejó claro lo que facciones como Commando 84, Yankee Nord o South Winners 87, pueden llegar a hacer. Ese día, sobre las cuatro y media de la tarde, menos de tres horas antes del encuentro, un grupo de hinchas franceses comenzaron a causar destrozos y a agredir a otras personas en bares.
Los seguidores del Olympique se enfrentaron a hinchas del Athletic hasta la llegada de los agentes de la Ertzaintza. Dos hombres fueron detenidos. mientras que los otros dos arrestos se produjeron más tarde a las puertas del estadio de San Mamés. No tuvimos que lamentar ningún fallecido como ante los rusos, pero el recuerdo que en el club vasco guardan de la hinchada gala no es muy agradable.
Las posibles medidas que podría adoptar la UEFA el 21 de marzo
Por lo tanto y aunque sea tarde la UEFA tiene que tomar medidas. Esa podría ser una medida a adoptar por parte de la comisión disciplinaria, sancionar al Spartak de Moscú con la prohibición de que sus seguidores viajen fuera de Rusia la próxima temporada. en caso de participar en competiciones europeas. Aunque no se descarta una sanción mayor caso de que el inspector de disciplina pueda aportar pruebas concluyentes de que les acusen y desmonten la teoría rusa de que fueron provocados.
La UEFA querría dar un paso adelante, después de haber cambiado su reglamento disciplinario que ya le permite sancionar hechos acaecidos en los alrededores de los estadios, fuera del campo. Ahora querría tener más argumentos legales, con el apoyo de las autoridades comunitarias, para que también se pudiera castigar los hechos violentos en los viajes, pidiendo la responsabilidad de los respectivos clubes de los ‘hooligans’.
De todos modos sea cuales sean las medidas que el máximo organismo del futbol europeo pueda tomar. Lo cierto es que serán posteriores a la eliminatoria. Una eliminatoria que tras la trágica muerte del Ertzaintza ha alcanzado una dimensión que va más allá del balón. Esto es sólo fútbol, la violencia aquí no cabe. Toda medida encaminada a erradicarla del fútbol será bienvenida. Que sólo se hable de fútbol.
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