martes, 15 de mayo de 2018

Desafío ultra en la final

El deporte ha pasado a un segundo plano en Francia. La final de la Europa League será un partido sin precedentes debido al clima de tensión que existe entre el Olympique de Lyon y el Olympique de Marsella, uno de los finalistas. La rivalidad entre los radicales ha acaparado los focos de lo que tendría que ser una fiesta del fútbol. Un complicado ambiente en el que se encuentra en medio el otro aspirante a ganar la competición, el Atlético de Madrid.
La enemistad entre el Marsella y el Lyon es histórica, pero la situación se recrudeció después del último partido entre ambos en el Velodrome de Marsella, del que salió vencedor el Lyon por tres goles a dos. Al término del choque, los jugadores de ambos conjuntos protagonizaron enfrentamientos en el campo y en el túnel de vestuarios que desembocaron en suspensión de partidos para los futbolistas. Además, los dirigentes de los dos clubes, Jean-Michael Aulas y Jacques-Henri Eyraud, llevan tiempo lanzándose ataques a través de las redes sociales que poco ayudan a apaciguar la situación.
«¡Aulas, vamos a destrozar tu casa!». Este es el cántico que los ultras del equipo marsellés dedican al presidente del Lyon desde entonces y que se escucha aún más después de que su equipo se clasificase para la final que se juega en el coliseo lionés mañana a las 20.45. «El Olympique de Lyon ha recurrido a la Fiscalía para presentar una demanda por provocaciones relacionadas con el delito de destrucciones y degradaciones voluntarias peligrosas para las personas», manifestó en un comunicado el equipo del Ródano ante las amenazas contra su estadio.
Para combatir los posibles incidentes durante el último encuentro de la Europa League, el delegado del gobierno francés, Stephane Bouillon, ha anunciado que se «triplicará o cuadruplicará» la seguridad respecto a un partido de la liga francesa. Entre las medidas también se incluye la suspensión de las «fan zone» para evitar altercados entre las aficiones.
Viejos conocidos
Los fanáticos franceses también han dejado su huella en los campos de fútbol de España. El incidente más reciente sucedió el pasado mes de marzo durante la visita del Marsella al Athletic de Bilbao. Los hinchas galos lanzaron bengalas dentro del estadio y llegaron a apuñalar en el cuello a un miembro de seguridad de San Mamés. En ese duelo, un viejo conocido de las autoridades de España volvió a dejarse ver en un terreno de juego español, Santos Mirasierra.
El ultra francés estuvo dos meses y medio en prisión después de que en el año 2008 lanzase una silla contra un agente de la Policía y participase en una pelea multitudinaria en el Vicente Calderón durante un partido de Champions League entre el Marsella y el Atlético de Madrid.
Por si al partido no le faltasen alicientes que contribuyan a la preocupación, a la confrontación deportiva se le une la política. Los ultras del Lyon, conocidos como los Bad Gones, guardan una estrecha relación con los Ultras Sur, del Real Madrid. A ambos les une la ideología de extrema derecha, frente a la extrema izquierda de los marselleses, por lo que también se contempla la posibilidad de que los Ultras Sur viajen a Lyon para enfrentarse a los marselleses y al Frente Atlético. La Gendarmería gala vigila constantemente los movimientos de los radicales en las redes sociales para impedir una batalla descontrolada que nada tiene que ver con el fútbol.

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