jueves, 7 de noviembre de 2019

La Policía estudia suprimir el traslado escoltado de la afición visitante al derbi

La imagen de la caravana sportinguista saliendo desde El Molinón cuatro horas antes del inicio del partido en el Tartiere, escoltada por la Policía Nacional, podría ser historia a partir de esta temporada. Al menos este año existe la idea de normalizar el traslado de la afición visitante al derbi después de cuatro partidos discurridos tras el reencuentro entre el Sporting y el Oviedo en el fútbol profesional. Todo está condicionado al desarrollo de la reunión que está prevista para el próximo martes, a las 12 horas, en el edificio de Delegación de Gobierno, donde quedará resuelto el dispositivo de seguridad
Allí se tomará la decisión definitiva, aunque hay una opinión entre muchas de las partes implicadas, incluso entre las fuerzas del orden, favorable a que los aficionados se trasladen a Oviedo en sus propios vehículos. Lógicamente, de llevarse a cabo, todo sería extensible al partido de vuelta. En ese sentido, en las reuniones que se mantuvieron el año pasado entre la delegada del Gobierno, Delia Losa, los aficionados, los clubes y los coordinadores de seguridad ya se acordó la intención, a partir de esta temporada, de flexibilizar el viaje de los seguidores visitantes. En resumen, que puedan trasladarse por su cuenta hasta Oviedo, evitando esa jornada de más de ocho horas, entre una interminable previa y otro larguísimo viaje de vuelta.

El principal escollo y que mantiene entre interrogantes la decisión final se encuentra en la fórmula para controlar a los seguidores más radicales y, al mismo tiempo, poder discriminarlos del resto, siendo los primeros escoltados. Es lo que se tratará también en los próximos días, sin descartar que pueda mantenerse el férreo sistema de estos dos años si no hay un consenso. Otra de las partes implicadas, de hecho, manifestaba ayer a este diario su escepticismo a que el encuentro de la próxima semana finalice con la decisión tomada de normalizar el traslado de los aficionados, reconociendo, eso sí, que este sería el escenario más lógico.
«Hay que llegar a una normalidad, empezando por las directivas. No podemos pedir que se relaje el dispositivo cuando hay una directiva rompiendo relaciones con otra», añadía ayer Jorge Guerrero, presidente de la Federación de Peñas Sportinguistas. En relación a la fórmula para el traslado de los aficionados, recordaba que «la última palabra la tendrá la Policía», alineándose con esa postura de normalizar el viaje: «Habría que ver luego, eso sí, qué parte de la afición tiene que ir en una burbuja, pero no es lógico que gente normal de Cangas, Vegadeo, Avilés, o el mismo Oviedo tenga que venir hasta Gijón a subirse a un autocar a las doce de la mañana. Y luego quiero recordar que hasta está prohibido meter una mandarina en el campo. No sé dónde va a comer el sportinguista. Será una jornada de ayuno si mantenemos el mismo sistema, que no ayuda en nada».

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