martes, 12 de febrero de 2008

Los Borrachos del Tablón mantienen su interna encendida

Ni acá no ha pasado nada ni un enfrentamiento con casi un centenar de detenidos y varios heridos de arma blanca. Un intermedio entre ambas versiones fue la realidad de lo que sucedió anteayer en el estadio Monumental, en el partido entre River y Gimnasia, de Jujuy. Y, si bien no con la intensidad de otros antecedentes, se trató de un nuevo capítulo de la interminable interna de Los Borrachos del Tablón. Es un aviso: si bien el año comenzó con los referentes de 2007 alejados de la cancha, la pelea continúa por ver quién ocupará ese lugar. Y esta vez dejó como saldo un herido de arma blanca, aunque no de gravedad. "Yo me tengo que valer por los elementos que me da la policía. Y la gente nuestra, como los oficiales, nos informa que no hubo ningún tipo de enfrentamiento. Además, en el hospital Pirovano y en el club nos dijeron que no atendieron a ningún herido." Ayer, Javier Castrilli, el subsecretario de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos, insistía en erradicar cualquier teoría sobre una pelea en el club. Sin embargo, se supo que existió un choque entre dos facciones de la hinchada en un descanso de las escaleras que conducen a lo más alto de la tribuna local y que cerca de veinte barrabravas del grupo del Oeste fueron detenidos sin resistirse para su identificación, entre ellos Alexis Neurona Decoste, involucrado en la investigación por el crimen de Gonzalo Acro. Hay un codiciado vacío de poder por las ausencias de Adrián Rousseau, que está inhabilitado debido al derecho de admisión, y Alan y William Schlenker, en prisión por su presunta participación en el caso Acro. Castrilli negó enfáticamente cualquier posibilidad de clausura del club. "Cuando hemos tenido que clausurar lo hemos hecho. No nos tembló el pulso ni con River ni con Boca. Pero en este caso de ninguna manera se nos cruzó por la cabeza una clausura", aseguró el subsecretario, que dijo que igualmente se abrió una investigación oficial. Sin embargo, en 2007 River sufrió dos sanciones a su estadio por incidentes dentro del Monumental: la Batalla de los Quinchos, el 11 de febrero de 2007, y la pelea en el playón, el 6 de mayo último. En este último caso sucedió algo similar a lo del domingo, por lo confuso del hecho. Aquella vez, desde fuentes policiales y gubernamentales se repetía que la pelea había sido fuera del club hasta que un video casero realizado con un teléfono celular dejó en evidencia que el choque fue dentro de la institución. Ante este panorama, la pregunta es: ¿próximamente puede haber nuevos incidentes? La respuesta, desde ya preocupante, es sí. "Yo puedo poner 5000 policías, pero ¿cómo evito que dos se miren feo en la tribuna y se agarren a trompadas? Es imposible", dijo Castrilli. Por lo pronto, la hinchada de River tendrá las próximas dos semanas sus movimientos controlados. Ya hubo contactos entre Castrilli y el inspector Rubén Pérez, del Coprosede, para controlar el traslado de la hinchada de River hasta la frontera con Santa Fe, pues el domingo próximo el equipo de Diego Simeone jugará con Newell s. El comisario inspector Daniel Barrile, subjefe de la policía rosarina, dijo: "Desde el miércoles me encargaré personalmente de ir al estadio y establecer todas las condiciones de seguridad necesarias". Como siempre, la hinchada visitante será escoltada apenas llegue a la provincia en el peaje de General Lagos. Además, se trata de un partido con malos antecedentes: la pelea en el peaje de Lima de 2002, con la muerte de dos hinchas; la suspensión del partido del 18 de febrero último por incidentes en Rosario, cuando quedaban cuatro minutos por jugarse, y la postergación del choque del Apertura, en Núñez, por la cercanía con la muerte de Acro. Para la vuelta al Monumental, dentro de dos semanas ante San Lorenzo, habrá una mayor presencia policial: de los 700 que hubo ante los jujeños se aumentará a más de 800.

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