Pablo Vitamina Sánchez fue amedrentado cobardemente por hinchas de su equipo. El motivo sería que el DT, que apenas dirigió cinco fechas, no les da plata
El día después de la fecha futbolera sigue arrojando capítulos de violencia en la Argentina. El sábado, antes del partido que Central perdió ante San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro, la barra brava rosarina envió una grave amenaza a la casa del entrenador, Pablo Sánchez.
"Vitamina no te hagas el honesto. Cuidá a tu familia", decía el panfleto que llegó a su vivienda del barrio La Florida y que fue recepcionado por la esposa del entrenador, mientras el plantel canalla se encontraba en Buenos Aires para disputar el choque con San Lorenzo.
"Yo soy un hombre de fútbol y entiendo ciertas cosas, pero que se metan con mi familia no lo voy a tolerar", fue la respuesta de Vitamina, en declaraciones al diario La Capital.
Si bien no hay pruebas de que el mensaje provenga de la barra brava, todos los indicios apuntan en esa dirección: no bien puso un pie en el club, el entrenador aseguró que no colaboraría con el violento grupo pasándoles dinero.
Además, sería ilógico relacionar los hechos con un supuesto "enojo" de hinchas por malos resultados deportivos, teniendo en cuenta que, al momento de la amenaza, Central había jugado apenas cuatro partidos del Torneo Apertura.
El día después de la fecha futbolera sigue arrojando capítulos de violencia en la Argentina. El sábado, antes del partido que Central perdió ante San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro, la barra brava rosarina envió una grave amenaza a la casa del entrenador, Pablo Sánchez.
"Vitamina no te hagas el honesto. Cuidá a tu familia", decía el panfleto que llegó a su vivienda del barrio La Florida y que fue recepcionado por la esposa del entrenador, mientras el plantel canalla se encontraba en Buenos Aires para disputar el choque con San Lorenzo.
"Yo soy un hombre de fútbol y entiendo ciertas cosas, pero que se metan con mi familia no lo voy a tolerar", fue la respuesta de Vitamina, en declaraciones al diario La Capital.
Si bien no hay pruebas de que el mensaje provenga de la barra brava, todos los indicios apuntan en esa dirección: no bien puso un pie en el club, el entrenador aseguró que no colaboraría con el violento grupo pasándoles dinero.
Además, sería ilógico relacionar los hechos con un supuesto "enojo" de hinchas por malos resultados deportivos, teniendo en cuenta que, al momento de la amenaza, Central había jugado apenas cuatro partidos del Torneo Apertura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario