Los aficionados al fútbol de los dos equipos de la capital, Legia y Polonia, detenidos hace una semana durante los disturbios de fútbol en Varsovia, se notificarán a la fiscalía, acusando a la policía de violencia injustificada contra ellos mientras eran interrogados.
Según los fans, policías utilizaron la violencia física y psicológica para obligar a las confesiones ante las acusaciones de participación en una reunión ilegal, nivelada contra 752 personas detenidas durante los disturbios.
Más de 200 vándalos se declararon culpables, pero sólo ocho de ellos fueron acusados de delitos más graves, incluida la destrucción de propiedades y atacar a un agente de policía. Todos los vándalos detenidos la semana pasada se les prohibió en el futuro asisitir a los partidos en el estadio Legia durante dos años.
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