miércoles, 11 de noviembre de 2009

Desembarco de la afición alcoyana en Mestalla


El resultado de El Collao no invitaba a viajar en busca de la hazaña frente a un Primera con la solera del Valencia. Pero la afición del CD Alcoyano es diferente, está hecha de otra pasta y ayer dieron una muestra más. 14 autobuses procedentes de la capital de l´Alcoià desembarcaron en Mestalla para dar aliento a los jugadores de Paco López y con el lema ´Moral i victoria´ para levantar el 0-1de la ida. Cerca de 900 alcoyanos llegaron en el desplazamiento organizado y alrededor de otros 500 lo hicieron por libre. A ellos se unieron los seguidores del Deportivo que estudian, trabajan o viven en Valencia.
En total, unos 1.300 que por donde van hacen buena la dicha de «tienes más moral que el Alcoyano». La afición blanquiazul venía con ganas de guerra y con el recuerdo presente de que el Alcoyano, a finales de los 40, ya se codeó de tú a tú con los grandes. «Esperamos ganar 1-2», decían antes del comienzo peñistas del ´Comando blanquiazul´. «Vamos a dar la sorpresa y, además, subiremos a Segunda», pronosticaba Borja, estudiante de Fisioterapia en Valencia.
Llegada con retraso y multa
La llegada de los autobuses estaba prevista a las18:15. Sin embargo, la jornada laboral propició que saliesen más tarde y llegasen con el tiempo justo. A falta de cinco minutos todavía faltaba por desembarcar algún que otro autobús. La premura y el tráfico hizo que, conforme iban llegando, los autocares parasen donde podían. Uno de ellos se fue a la zona de aparcamiento con un extra, la multa de la Policía Local.
A la carrera, y al grito de «¡Deportivo, Deportivo!», los aficionados fueron entrando en el estadio. El gran grueso, más de1.000 aficionados, entre ellos unos 200 niños de la escuela del club (tuvieron que faltar a la última clase en el colegio para ver a su equipo), se asentó en la zona alta del Gol Xicotet. Por diez euros —cinco el desplazamiento y cinco la entrada— tuvieron la oportunidad de ver un partido oficial frente al VCF en el coliseo de la Avenida de Suecia. Circunstancia que no se producía desde el 30 de octubre de 1985, también en un duelo de Copa.
Pobre entrada en Copa
El horario jugó en contra de una mayor afluencia al partido. Mestalla registró una de las entradas más pobres de la temporada, ya que no serían más de12.000 los espectadores. Entre ellos, los alcoyanos, equipados con bufandas blanquiazules, trompetas y tambores. Más de uno, también valencianista, tenía «el corazón dividido». La fiesta que montaron en lo más alto bien valió los 200 kilómetros, entre ida y vuelta, que se echaron a la espalda. Para algunos la jornada comenzó fotografiándose con los jugadores blanquinegros tras el entreno a puerta cerrada, pero los momentos de euforia llegaron con el golazo de Curto, la expulsión de Alexis y el 2-2 de Carpio. Hasta el pitido final confiaron en eliminar al VCF, mientras cantaban «que bote El Collao, que bote El Collao».
200 entran tarde, pero gratis
El Valencia reservó más 900 entradas a la afición visitante. Los blanquiazules que vinieron por su cuenta iban comprando su entrada en taquillas hasta que se agotaron, ya que el club de Mestalla sólo puede sacar a la venta las localidades que autorizan sus abonados para el Asiento Libre. Muchos llegaron a última hora y se quedaron sin billete. El desconcierto y alboroto en taquillas, lo solventó un consejero del VCF a los 15 minutos del partido, dejándoles pasar para verlo en uno de los fondos.

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