Los dirigentes del Real Murcia, después de los incidentes que protagonizaron algunos aficionados granas en el derbi del pasado domingo en el campo del Yeclano, han tomado la decisión como primer paso de recabar toda la información posible sobre este grupo de ultras que ya ha dado algún quebradero de cabeza a los encargados de velar por el buen funcionamiento del club. De hecho, las fuentes consultadas por este diario dejaron bien claro que «este asunto se va a estudiar con calma». Calma porque los responsables de Nueva Condomina quieren tener antes indentificados a todos los que la liaron en el derbi del pasado domingo. Por lo tanto, a pesar de que algunas informaciones decían lo contrario, desde el centenario club insisten en que todavía no puede confirmarse ni descartarse que se vayan a tomar represalias con estos aficionados.
El grupo más radical de seguidores del Murcia está identificado por el personal de seguridad del club desde hace ya mucho tiempo, ya que no es la primera vez que crean algún tipo de problema en distintos estadios con motivo de los desplazamientos del conjunto grana. De hecho, no sería la primera vez que Jesús Samper y su hermano Juan Antonio, en los últimos diez años, han tenido que acudir a comisaría para no dejar en tierra a algún exaltado que fue detenido por las autoridades policiales.
Al final, las diligencias policiales en Yecla se saldaron con un hincha detenido y cuatro propuestas de sanción por parte de Antiviolencia, aunque la cosa no acaba aquí. Al parecer, en el Murcia tienen constancia de que algunos miembros de la expedición que no fueron detenidos, tuvieron un comportamiento todavía peor que algunos de los que terminaron la noche en comisaría. Por eso desde Nueva Condomina aseguran que se quiere ir un poco más allá de las cinco diligencias y conocer todavía más datos de este lamentable suceso.
La decisión final de si se expedienta a alguien o no será del Consejo de Administración, y aunque algún consejero se haya apresurado ya a decir cuál es su opinión, la cúpula grana asegura que «no se tomarán decisiones precipitadas porque, antes de todo, tenemos que ser justos con los aficionados que no tienen nada que ver en esta historia».
Esta historia se remonta al pasado domingo, cuando un grupo de aficionados del Murcia visiblemente exaltados y con claros síntomas de embriaguez protagonizaron incidentes muy lamentables en el estadio del Yeclano. Además de destrozar el mobiliario de un bar cercano a La Constitución y de romper una serie de vallas del estadio, también protagonizaron un enfrentamiento con los escasos efectivos de seguridad que había en el estadio, lo que concluyó con una serie de detenciones. Además, el Yeclano vendió bebidas alcohólicas en el recinto y se expone a una sanción de entre 3.000 y 18.000 euros.
El grupo más radical de seguidores del Murcia está identificado por el personal de seguridad del club desde hace ya mucho tiempo, ya que no es la primera vez que crean algún tipo de problema en distintos estadios con motivo de los desplazamientos del conjunto grana. De hecho, no sería la primera vez que Jesús Samper y su hermano Juan Antonio, en los últimos diez años, han tenido que acudir a comisaría para no dejar en tierra a algún exaltado que fue detenido por las autoridades policiales.
Al final, las diligencias policiales en Yecla se saldaron con un hincha detenido y cuatro propuestas de sanción por parte de Antiviolencia, aunque la cosa no acaba aquí. Al parecer, en el Murcia tienen constancia de que algunos miembros de la expedición que no fueron detenidos, tuvieron un comportamiento todavía peor que algunos de los que terminaron la noche en comisaría. Por eso desde Nueva Condomina aseguran que se quiere ir un poco más allá de las cinco diligencias y conocer todavía más datos de este lamentable suceso.
La decisión final de si se expedienta a alguien o no será del Consejo de Administración, y aunque algún consejero se haya apresurado ya a decir cuál es su opinión, la cúpula grana asegura que «no se tomarán decisiones precipitadas porque, antes de todo, tenemos que ser justos con los aficionados que no tienen nada que ver en esta historia».
Esta historia se remonta al pasado domingo, cuando un grupo de aficionados del Murcia visiblemente exaltados y con claros síntomas de embriaguez protagonizaron incidentes muy lamentables en el estadio del Yeclano. Además de destrozar el mobiliario de un bar cercano a La Constitución y de romper una serie de vallas del estadio, también protagonizaron un enfrentamiento con los escasos efectivos de seguridad que había en el estadio, lo que concluyó con una serie de detenciones. Además, el Yeclano vendió bebidas alcohólicas en el recinto y se expone a una sanción de entre 3.000 y 18.000 euros.
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