Tolerancia cero con cualquier atisbo de violencia que se registre en El Molinón y en sus alrededores. Esa es, sin más concreción, con el mayor secretismo sobre el dispositivo de seguridad que se prepara, la consigna que tienen las fuerzas del orden público de cara a la visita de este domingo del Sevilla a Gijón, donde el Sporting tratará de enderezar su rumbo ante el renacido, de la mano del jienense Gregorio Manzano, conjunto hispalense.
Las informaciones que llegan desde Sevilla, según fuentes cercanas al Cuerpo Nacional de Policía, que se mantienen en contacto permanente con la capital andaluza, son bastante tranquilizadoras y hacen referencia a que serán muy pocos los aficionados hispalenses, sobre todo por el horario en que se disputará el encuentro en El Molinón (21 horas), que viajen hasta Gijón para presenciar 'in situ' el choque entre ambos equipos.
Casi todos lo harán con la expedición sevillista y, por los informes que se manejan, ningún sector radical infiltrado entre ellos. Pero los graves incidentes sucedidos la pasada temporada entre ambas aficiones, concretamente el 13 de diciembre, en la zona de La Arena, donde fueron identificados 67 aficionados radicales durante una multitudinaria pelea, que se saldó con 13 heridos, incluido un aficionado sevillista que tuvo que ser hospitalizado, no han caído en el olvido y las alarmas estarán activadas en todo momento de cara a este partido.
Eso, y también la posibilidad de que algunos radicales sevillistas con ganas de 'revancha' viajen de forma particular, por carretera, lo que sería muy difícil de controlar. No obstante, parece algo poco probable dados los precedentes del año pasado, las consecuencias -se impusieron fuertes multas a los detenidos- y el plan de seguridad que se prepara en torno al partido de este domingo en El Molinón.
El Comité Antiviolencia tampoco pasó por alto lo sucedido la pasada campaña en Gijón, por lo que se apresuró hace unos días a declarar el encuentro entre rojiblancos y sevillistas como de 'alto riesgo'. Mientras, Antonio Trevín, delegado del Gobierno en Asturias, deslizó esta misma semana que el dispositivo de seguridad que se ha planteado con motivo de este encuentro será, incluso, algo superior a lo que se prepara en una situación similar, todo con el objetivo de que no se vuelvan a repetir imágenes como las que se registraron durante aquella jornada.
«Máxima presión»
En esa línea, Trevín adelantó que «se pondrá la máxima intensidad en la vigilancia y habrá la máxima presión policial», aunque evitó profundizar en los detalles de la operación, como el número de personal que participará y las ubicaciones en las que se situarán a los agentes, aunque se intuye que estará en todas las zonas aledañas al estadio gijonés para garantizar la calma en las horas previas al encuentro y, también, después. «El objetivo es que los violentos encuentren una respuesta policial dura», precisó con rotundidad una fuente policial a este medio.
El Sporting, por su parte, no alterará su rutina habitual durante los partidos de 'alto riesgo' y mantendrá en torno a 53 personas dedicadas por completo a la seguridad en el estadio rojiblanco y a que no suceda nada extraño dentro de los muros de El Molinón, donde no se prevén incidentes, salvo en el aspecto deportivo.
Las informaciones que llegan desde Sevilla, según fuentes cercanas al Cuerpo Nacional de Policía, que se mantienen en contacto permanente con la capital andaluza, son bastante tranquilizadoras y hacen referencia a que serán muy pocos los aficionados hispalenses, sobre todo por el horario en que se disputará el encuentro en El Molinón (21 horas), que viajen hasta Gijón para presenciar 'in situ' el choque entre ambos equipos.
Casi todos lo harán con la expedición sevillista y, por los informes que se manejan, ningún sector radical infiltrado entre ellos. Pero los graves incidentes sucedidos la pasada temporada entre ambas aficiones, concretamente el 13 de diciembre, en la zona de La Arena, donde fueron identificados 67 aficionados radicales durante una multitudinaria pelea, que se saldó con 13 heridos, incluido un aficionado sevillista que tuvo que ser hospitalizado, no han caído en el olvido y las alarmas estarán activadas en todo momento de cara a este partido.
Eso, y también la posibilidad de que algunos radicales sevillistas con ganas de 'revancha' viajen de forma particular, por carretera, lo que sería muy difícil de controlar. No obstante, parece algo poco probable dados los precedentes del año pasado, las consecuencias -se impusieron fuertes multas a los detenidos- y el plan de seguridad que se prepara en torno al partido de este domingo en El Molinón.
El Comité Antiviolencia tampoco pasó por alto lo sucedido la pasada campaña en Gijón, por lo que se apresuró hace unos días a declarar el encuentro entre rojiblancos y sevillistas como de 'alto riesgo'. Mientras, Antonio Trevín, delegado del Gobierno en Asturias, deslizó esta misma semana que el dispositivo de seguridad que se ha planteado con motivo de este encuentro será, incluso, algo superior a lo que se prepara en una situación similar, todo con el objetivo de que no se vuelvan a repetir imágenes como las que se registraron durante aquella jornada.
«Máxima presión»
En esa línea, Trevín adelantó que «se pondrá la máxima intensidad en la vigilancia y habrá la máxima presión policial», aunque evitó profundizar en los detalles de la operación, como el número de personal que participará y las ubicaciones en las que se situarán a los agentes, aunque se intuye que estará en todas las zonas aledañas al estadio gijonés para garantizar la calma en las horas previas al encuentro y, también, después. «El objetivo es que los violentos encuentren una respuesta policial dura», precisó con rotundidad una fuente policial a este medio.
El Sporting, por su parte, no alterará su rutina habitual durante los partidos de 'alto riesgo' y mantendrá en torno a 53 personas dedicadas por completo a la seguridad en el estadio rojiblanco y a que no suceda nada extraño dentro de los muros de El Molinón, donde no se prevén incidentes, salvo en el aspecto deportivo.
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