La investigación sobre el ataque sufrido el sábado en una cafetería de Logroño contra un grupo de aficionados ultras riojanos señala que al menos uno de los vehículos utilizados por los asaltantes tenía la matrícula de Navarra, según los datos ofrecidos a la Policía por un testigo. El dueño del local en el que se produjeron los hechos aseguró ayer que el número completo de la matrícula ha sido incorporado a la denuncia tramitada ante el Cuerpo Nacional de Policía, que se ha hecho cargo de las investigaciones.
Como se recordará, el ataque se produjo el sábado sobre las 20.30 horas en la cafetería Los Ángeles, ubicada junto al nuevo estadio de las Gaunas y que es utilizada como lugar de reunión de los ultras de la Unión Deportiva Logroñés. El sábado, una veintena de estos hinchas radicales acudió a Tajonar para presenciar el partido que su equipo tenía que disputar contra Osasuna Promesas. Lo hicieron escoltados por la Policía, que se encargó de vigilarles desde que su autobús llegó a Pamplona. Durante el partido, que acabó con victoria del filial rojillo por 1-0, hubo cánticos provocativos contra Osasuna, aunque no hubo incidentes. Al acabar, fueron escoltados hasta las afueras de la capital navarra.
El ataque se produjo pocos minutos después de que los hinchas llegaran a Logroño. Según los testigos, entre 20 y 25 personas accedieron al establecimiento con las caras tapadas y lanzaron contra los cristales diversos objetos, al tiempo que incitaban a los ultras del Logroñés para que salieran a la calle. Cuando lo hicieron, fueron recibidos por una lluvia de piedras y otros objetos arrojadizos, que les obligó a refugiarse de nuevo en el establecimiento y a pedir la presencia policial. Cuando los agentes se personaron en el lugar, los atacantes, que podían ser entre 25 y 30 personas, ya habían abandonado la escena. No hubo heridos.
El dueño del local, Mauro, aseguró ayer que un testigo pudo anotar la matrícula de unos de los vehículos que los atacantes supuestamente utilizaron para seguir al autobús y para huir posteriormente. También se hallaron en el lugar dos cilindros de acero, varios botes utilizados como proyectiles y un bazoka artesanal para bolas y piedras. Todos estos objetos fueron recogidos por los agentes de la Policía Científica.
En el local, además de los ultras del Logroñés, estaban dos empleadas y otros cincuenta clientes, que a esa hora presenciaban el partido televisado del Real Madrid en Alicante. "El susto ha sido muy grande. No ha habido daños personales, pero está claro que lo tenían muy bien organizado", dijo el dueño. El ataque generó la rotura de cuatro lunas de seguridad y diverso material, con un coste de 4.000 euros.
Como se recordará, el ataque se produjo el sábado sobre las 20.30 horas en la cafetería Los Ángeles, ubicada junto al nuevo estadio de las Gaunas y que es utilizada como lugar de reunión de los ultras de la Unión Deportiva Logroñés. El sábado, una veintena de estos hinchas radicales acudió a Tajonar para presenciar el partido que su equipo tenía que disputar contra Osasuna Promesas. Lo hicieron escoltados por la Policía, que se encargó de vigilarles desde que su autobús llegó a Pamplona. Durante el partido, que acabó con victoria del filial rojillo por 1-0, hubo cánticos provocativos contra Osasuna, aunque no hubo incidentes. Al acabar, fueron escoltados hasta las afueras de la capital navarra.
El ataque se produjo pocos minutos después de que los hinchas llegaran a Logroño. Según los testigos, entre 20 y 25 personas accedieron al establecimiento con las caras tapadas y lanzaron contra los cristales diversos objetos, al tiempo que incitaban a los ultras del Logroñés para que salieran a la calle. Cuando lo hicieron, fueron recibidos por una lluvia de piedras y otros objetos arrojadizos, que les obligó a refugiarse de nuevo en el establecimiento y a pedir la presencia policial. Cuando los agentes se personaron en el lugar, los atacantes, que podían ser entre 25 y 30 personas, ya habían abandonado la escena. No hubo heridos.
El dueño del local, Mauro, aseguró ayer que un testigo pudo anotar la matrícula de unos de los vehículos que los atacantes supuestamente utilizaron para seguir al autobús y para huir posteriormente. También se hallaron en el lugar dos cilindros de acero, varios botes utilizados como proyectiles y un bazoka artesanal para bolas y piedras. Todos estos objetos fueron recogidos por los agentes de la Policía Científica.
En el local, además de los ultras del Logroñés, estaban dos empleadas y otros cincuenta clientes, que a esa hora presenciaban el partido televisado del Real Madrid en Alicante. "El susto ha sido muy grande. No ha habido daños personales, pero está claro que lo tenían muy bien organizado", dijo el dueño. El ataque generó la rotura de cuatro lunas de seguridad y diverso material, con un coste de 4.000 euros.
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