jueves, 30 de diciembre de 2010

Los informes de daños por el accidente de hinchas del Recre se cierran a los 4 años

El proceso judicial por la tragedia que vistió de luto al Recreativo de Huelva y a toda su afición alcanza su recta final tras cuatro años de espera. Los informes sobre los daños y secuelas que sufren los aficionados que viajaban en el autobús que sufrió un violento accidente cuando se dirigían a Madrid a presenciar un partido, se dan por cerrados cuatro años después del siniestro.
Las valoraciones médicas realizadas por los forenses del Instituto de Medicina Legal de Huelva (IML) se encuentran en manos del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de la Palma del Condado, encargado de la investigación del caso.
El 20 de diciembre de 2006, el autocar en el que 39 seguidores del Decano se dirigían a Madrid para asistir al encuentro en el Santiago Bernabeu chocó violentamente en la A-49, a la altura de Hinojos, contra un camión que se encontraba volcado en mitad de la autovía y cuatro de los ocupantes (incluido el conductor) perdieron la vida en aquel mismo momento. Meses después hubo una quinta víctima mortal que no pudo superar las lesiones sufridas en el siniestro, mientras que el resto de los viajeros resultaron heridos de distinta consideración.
A partir de ahora, la autoridad judicial tendrá que determinar la indemnización que corresponde a cada uno de los seguidores que resultaron heridos en el choque en función de los informes del IML y, en el supuesto de que no se produzca un acuerdo con las aseguradoras, el caso puede llegar a juicio (por la vía civil).
El proceso ha sufrido retraso en el último año a consecuencia de la situación de crisis de la entidad Mercurio, especializada en seguros de transportes por carretera y que cubría al autobús. El Ministerio de Economía decretaba el pasado marzo la disolución, por falta de liquidez, de Seguros Mercurio, en manos del ex presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gerardo Díaz Ferrán.
La compañía de Díaz Ferrán se iba al traste por su grave situación económica antes de que la instructora determinara con nombre y apellidos qué parte tiene que hacer frente a la responsabilidad y sin que hubiera hecho ninguna consignación en el juzgado, como previsión desde que sucedió el accidente. Ante la disolución de la aseguradora de Díaz Ferrán, se ha hecho cargo el Consorcio de Compensación de Seguros, entidad pública que funciona como fondo de garantía en casos como el del autobús en el que viajaban los recreativistas.
Mientras se produce el pronunciamiento de la autoridad judicial y se espera una decisión respecto a la demanda de responsabilidad penal, vía que permanece abierta, los informes elaborados por los expertos de Tráfico de la Guardia Civil sobre las causas del accidente dejan entrever una corresponsabilidad en el siniestro de los conductores del camión y del autocar, llegando a afirmar que hubo distracción por parte ambos.
Respecto al camión que volcó en la autovía y con el que chocó el autocar, el informe realizado por el grupo de especialistas de Inspección de los Transportes Terrestres de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, que consta en autos, señala que su conductor circulaba a más velocidad de la permitida en el momento del accidente, que no respetó los tiempos de descanso en una jornada agotadora al volante y que era consciente de que el tacógrafo del vehículo estaba manipulado, supuestamente por la empresa propietaria, la firma gallega Centro Comercial Ibáñez SL.
La manipulación del tacógrafo del tráiler es una de las principales conclusiones del informe de los expertos de la Guardia Civil, del que se encargó una ampliación para afinar en las causas (y distintas responsabilidades) del accidente, en el que se produjo una concatenación de circunstancias hasta que el autobús de seguidores del Recreativo chocó violentamente con el camión.
En cuanto al chófer del autobús en el que viajaban los aficionados del Decano, el informe que el Instituto Armado afirma textualmente que "en el momento de producirse el choque no era consciente de la conducción, es decir, no está atento a la misma pues no verifica cual es el peligro que están señalizando los vehículos que están parados". Precisamente, la presencia de los coches (parados en el arcén de la calzada) pudo despistar al conductor del autocar. "Pudo influir el hecho de que se quedase mirando hacia la derecha para observar cual era el peligro que señalizaban los vehículos, no percatándose de que el peligro que intentaban señalizar se encontraba delante suya, sobre la calzada, y no en el margen derecho de la vía", afirma el documento de la Guardia Civil.

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