miércoles, 9 de enero de 2013

Mauro Martín dijo ser inocente y acusó a otro por el crimen

El jefe de la barra brava de Boca, Mauro Martín, se declaró inocente este lunes, pidió su excarcelación por la causa que investiga el crimen de un hombre en 2011 y acusó a otra persona, cuya identidad no fue revelada por las fuentes judiciales.
Posteriomente, el juez de instrucción 5 porteño, Manuel De Campos, rechazó este martes el pedido de excarcelación solicitado por la defensa del jefe de la barra brava de Boca Juniors, según le confirmaron fuentes judiciales a la agencia Telam.
Martín fue indagado en los tribunales de Talcahuano al 500 por el juez de Instrucción Manuel De Campos. En su declaración, el barra xeneize aportó elementos de prueba y pidió su excarcelación, aunque continuará detenido.
El jefe de la doce confirmo que la noche del 29 de agosto de 2011 fue por pedido de su cuñado, Gustavo Petrinelli, quien fue detenido el sábado, a la casa de su familiar en Pieres y Caaguazú, porque tenía problemas con su vecino, Cirino.
Desde el juzgado del doctor Campos aclararon que la detención se produjo por un hecho de violencia callejera y que no tiene nada que ver con un enfretamiento de hinchas de futbol.
Se investiga a Martín en la causa por el homicidio de Ernesto Cirino, en el marco de una pelea callejera que terminó con la muerte del hombre, ocurrida en agosto de 2011 y por ahora permanecerá detenido, informaron fuentes judiciales.
Martín fue indagado por el juez de instrucción De Campos, y su defensor ya pidió su excarcelación, por lo que el magistrado debe resolver en las próximas horas si otorga o no el beneficio al jefe de La Doce.
Cuando llegó a los tribunales para ser indagado, dijo a los periodistas "soy totalmente inocente", concepto que repitió ante el juez De Campos al ser interrogado por el crimen de Cirino ocurrido en el barrio porteño de Liniers el 29 de agosto de 2011.
Por el crimen también está detenido un cuñado de Martín y además miembro de la barra "xeneize", Gustavo Petrinelli , de 47 años.
Según surge del expediente, Martín estaría vinculado al homicidio ocurrido en el marco de una pelea callejera entre las calles Caaguazú y Pieres, del barrio de Liniers, donde residía Cirino, pero de la que el barrabrava no habría participado directamente, indicaron las fuentes consultadas.
De acuerdo a la investigación, el homicidio se produjo luego de una disputa por una fallida venta de un auto relacionada con el cuñado de Martín y el supuesto comprador del rodado y víctima, Cirino.
La venta se frustró y se habrían producido incidentes entre el cuñado de Martín y el vecino y es allí donde intervendría Mauro, quien habría enviado a dos de "sus muchachos" a dialogar con el vecino para apaciguar la situación, algo que no ocurrió. La pelea continuó y terminó con la vida del hombre, de acuerdo a las fuentes.
Sin embargo, si bien se hablo en principio de que los problemas eran orignados a raiz de la frustrada venta de un auto, las fuentes judiciales indicaron que el conflicto se debía a que el perro de Cirino hacía caca en la vereda de la casa de Petrinelli.
El juzgado Nacional en lo Criminal Nº 5, a cargo de la causa, emitió este martes un comunicado aclarando que los hechos que se investigan no involucran a ninguna barra brava en particular, no se trataría de un hecho de violencia en el futbol.
"Se encuentran por el momento imputados y detenidos Gustavo Daniel Petrinelli -quien prestó declaración indagatoria durante el día de ayer 7 de enero de 2013- y Mauro Leandro Martín -respecto de quien se ordenó que lo haga en el día de hoy 8 de enero de 2013-.
El primero de los nombrados fue detenido durante el allanamiento realizado en su domicilio y el segundo en el Tribunal, al concurrir a interiorizarse por la situación de Petrinelli. En relación al hecho, se aclara que fue un incidente callejero y no se trató de ninguna pelea derivada con la calidad de simpatizantes de ningún club deportivo en particular de ninguna de las partes intervinientes", dice el comunicado.
Mauro Martín estuvo detenido en una cárcel de contraventores 16 días en prisión por un hecho que ocurrió en 2006, en el estadio de Vélez. En esa oportunidad fue encontrado culpable de haber trabado los molinetes para que ingresaran en la cancha los miembros de La 12.

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