El ministro del Interior italiano, Angelino Alfano, aseguró hoy ante la Cámara de los diputados que "no se negoció" con el jefe de los ultras del Nápoles si se tenía que disputar la final de Copa Italia de fútbol tras los incidentes previos al encuentro en Roma el pasado sábado.
Alfano acudió a la Cámara para informar sobre los altercados antes del encuentro Fiorentina-Nápoles y en los que resultaron alcanzados por disparos de una pistola tres hinchas napolitanos, uno de ellos en estado aún muy grave.
Según la reconstrucción realizada por Alfano, "no hubo negociación" y las fuerzas del orden ya habían decidido que el partido se celebraría de todas maneras para evitar problemas" como los de la salida del estadio.
Recordó además cómo acabó en una batalla campal la suspensión del encuentro que exigieron los ultras romanistas durante el derbi Lazio-Roma del 21 de marzo de 2004 al haberse difundido en el estadio el falso rumor que un niño había sido atropellado por una furgoneta de la Policía.
Respecto a las imágenes tomadas del capitán del Nápoles, el eslovaco Marek Hamsik, dialogando con el jefe ultra Gennaro de Tommaso, conocido como "Genny, la carroña", el ministro aseguró que fue un intento de "calmar los ánimos".
Alfano explicó que el futbolista fue acompañado por la policía bajo la curva (fondo) norte del estadio olímpico de Roma "exclusivamente para defenderle".
La decisión de Hamsik de ir a hablar con los hinchas, agregó Alfano, "fue una decisión del Nápoles para calmar los ánimos y aclarar que los heridos no se habían producido por enfrentamientos entre los hinchas".
Sobre el tiroteo, Alfano confirmó la reconstrucción realizada el día después por las fuerzas del orden que permitió confirmar que el el conocido ultra del Roma, Daniele De Santis, de 48 años, fue el único que disparó.
Alfano aseguró que la Policía ha "excluido" la participación en los altercados de otras personas relacionadas con los grupos ultras del Roma, pero agregó que siguen las investigaciones.
El ministro también informó sobre el estado de salud de Ciro Esposito, el más grave de los heridos al recibir un disparo en el pecho, que ha tenido que ser operado dos veces y se encuentra aún muy grave.
La versión de los hechos de Alfano no coincide con la de los familiares de Esposito y otros aficionados del Nápoles, quienes aseguraron hoy que De Santis no estaba solo y que los agresores eran un grupo de encapuchados.
Varios medios italianos aseguran hoy que un informe atribuido a la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) indica que el ultra del Nápoles quiso asegurarse de que no había muerto el aficionado más grave antes de "autorizar" que se jugase el encuentro y que amenazó a Hamsik si no se confirmaba que aquel aún estaba con vida.
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