El sector reservado para la afición visitante recibirá a millar y medio de seguidores del Oporto, que será la hinchada europea con más presencia en San Mamés en esta fase de grupos de la Champions. La mayor parte de ellos llegarán a lo largo de la jornada de mañana, con tiempo suficiente para la concentración prevista casi tres horas antes del partido en la céntrica plaza de Moyúa.
La avanzadilla de aficionados aterrizó en el chárter que al mediodía trasladó al equipo portugués desde Oporto. El club luso eligió el aeropuerto de Foronda (Vitoria) porque será desde allí desde donde emprenda regreso a Oporto un par de horas después de concluir el partido.
Los incidentes del partido de Dragao, que motivaron que el club bilbaíno se quejara ante la UEFA por “el despropósito organizativo que nos tocó padecer” y “la actuación de las fuerzas de seguridad portuguesas, han puesto en alerta a la UEFA, que advertida de que será un evento de afluencia masiva ha decidido catalogar el encuentro como de alto riesgo. Una de las medidas que acarrea esa definición es que mañana no se puedan vender entradas. Las taquillas cerrarán esta tarde a las 20 horas, coincidiendo con la finalización del entrenamiento que realizará el Oporto en San Mamés.
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