La violencia es una lacra para el fútbol fuera de los terrenos de juego, pero también sobre la hierba. Si en Madrid una brutal pelea entre ultras del Atlético y el Deportivo provocaba este domingo la muerte de Francisco Javier Romero Taboada «Jimmy» en las inmediaciones del estadio Vicente Calderón, la locura se vivía un día antes en Úbeda (Jaén). Un encuentro de juveniles que tenía lugar en esta localidad andaluza derivaba en una espeluznante batalla campal sobre la hierba del campo municipal José Luis Mezquita. Como consecuencia de los golpes recibidos, un menor tenía que ser ingresado en un hospital con fractura de la mandíbula. También este fin de semana otro partido de juveniles debía ser suspendido en Málaga debido a una multitudinaria pelea.
Cronológicamente, la orgía de violencia en el fútbol juvenil arrancaba el sábado en un encuentro correspondiente a la jornada 12 del campeonato liguero de la Segunda Andaluza que enfrentaba a dos equipos de esta localidad jiennense: el Iliturgi CF y el CD Úbeda Viva. Una trifulca se destaba en el minuto 75, cuando se producían una serie de expulsiones, hasta cinco, incluida la del jugador que resultaba herido, por lo que el árbitro, Miguel Ángel Fernández García, se veía obligado a suspender el duelo. El marcador reflejaba en ese momento el triunfo visitante por 1-2.
El jugador agredido, que ha perdido cuatro dientes, fue trasladado al Hospital Alto Guadalquivir de Andújar con una fractura de mandíbula y posteriormente se le derivó a un hospital en Jaén para ser operado.
El Club Deportivo Úbeda Viva ha condenado cualquier manifestación de violencia deportiva y espera que se castiguen con contundencia todas estas acciones que no tienen nada que ver con el fútbol, al tiempo que han quedado a la disposición de la familia del jugador para todo lo que necesite. El Ayuntamiento, por su parte, ha abierto un expediente informativo. En un comunicado, el concejal de Deportes, Francisco Martínez, ha condenado los hechos y ha explicado que se ha puesto en contacto con el club local para pedir explicaciones de los hechos sucedidos en el partido.
También en Málaga
Un día después de esos incidentes en Úbeda, tenían lugar otros similares en el campo de fútbol de la barriada de La Mosca, en el distrito Este de Málaga capital. Allí, La Mosca B y el C.D. Churriana, ambos equipos de juveniles del grupo 2 de Tercera Andaluza, disputaron el partido correspondiente a la duodécima jornada de liga. Pero el choque no se llegó a terminar por culpa de una multitudinaria pelea en la que se vieron implicadas más de treinta personas entre jugadores, técnicos, directivos y aficionados presentes en el campo.
Según informa el Diario Sur, apenas quedaban tres minutos para el final del partido cuando se desencadenó la tángana. La Mosca había convertido el tercer tanto y el partido ya estaba decidido (3-0), pero el conjunto visitante no llegó a sacar del centro del campo. Un cruce de insultos entre un grupo de aficionados y los jugadores del Churriana hizo saltar la chispa. Los primeros forcejeos empezaron en la grada, en la que había aficionados locales y también del Churriana. Y después se trasladó al césped, con aficionados (algunos de ellos con cascos de moto), jugadores e incluso técnicos y directivos de los clubes.
Fue una pelea con una treintena de personas implicadas que varios aficionados grabaron con sus teléfonos móviles y que no cesó hasta que acudió la Policía Nacional para calmar los ánimos. El presidente del Churriana, Gregorio Fajardo, reconoció sentirse «avergonzado» por lo ocurrido en el partido. «No he podido dormir pensando en los incidentes. Reconozco que perdimos todos la compostura, yo también», aseguró. «Los jugadores son chavales de 16, 17 o 18 años, están en una edad difícil y pueden saltar en cualquier momento, pero lo peor fuimos los adultos», dijo Fajardo, que aseguró que iba a presentar denuncia contra dos miembros del cuerpo técnico de La Mosca que participaron en la pelea
No hay comentarios:
Publicar un comentario