viernes, 6 de mayo de 2016

El dispositivo para el derby: reunir a los aficionados pericos sería un foco de tensión

El protocolo de seguridad cambia. Los Mossos, a diferencia de lo que ocurrió la temporada pasada en el derby del Camp Nou, no reubicarán los aficionados del Espanyol que vayan domingo en el estadio barcelonista . El riesgo que supondría reunir los aficionados rivales, teniendo en cuenta la trascendencia del partido -se puede decidir el título de Liga-, ha llevado el cuerpo policial a modificar su operativo.
El septiembre de 2008 los seguidores radicales del Barça, especialmente Boixos Nois, lanzaron bengalas en la zona donde estaba la afición del Espanyol. El incidente provocó que el partido se suspendiera durante unos minutos y llevó la directiva blanco, azul a tomar medidas drásticas. Era el último derbi en Montjuïc. Dani Sánchez Llibre decidió que a partir de ese momento los aficionados azulgranas no podrían entrar en el estadio españolista, en este caso, ya en Cornellà-El Prat. La entidad perica no facilitó el Barça las entradas que se acostumbra a intercambiar con el resto de clubes -sin ningún tipo de coste.
a pesar de que con la llegada de Sandro Rosell a la presidencia azulgrana las relaciones entre ambas entidades mejoraron, la decisión del Espanyol era firme y ha seguido así durante estos últimos años. Si un aficionado del Barça quiere ir en Cornellà-El Prat debe comprar una entrada en el mismo club perico y situarse en medio de los seguidores locales. El Barça, empujado por la presión mediática y de los propios socios, decidió responder de la misma manera y tampoco facilitó entradas al Espanyol.
A pesar de esta decisión, cada año aficionados del Espanyol que el Camp Nou. El año pasado se reunieron en la plaza Artós de Sarrià en las horas previas para ir juntos hacia el estadio barcelonista. Los Mossos tenían constancia -a partir del control de las redes sociales que hacen- y decidieron montar un dispositivo para acompañar a los aficionados blanco-y-azules -la mayoría, de la Curva Jove hasta el Camp Nou, y , de acuerdo con el equipo de seguridad del Barça, enjaular a la tercera grada del gol sur, donde se sitúan los seguidores de los equipos rivales.
Este domingo, en principio, no se hará lo mismo. La responsabilidad es de quien compra la entrada, se argumenta. Al cuerpo policial consideran que sería peor juntar todos los aficionados, que, cuando están juntos y se sienten parte de un colectivo e incrementan su actitud provocadora. Además, según explican fuentes conocedoras de la situación, la dimensión del derby de este año -a dos jornadas para el final de la Liga y decisivo para el título- hace que en caso de tropiezo local, tener un grupo importante de aficionados pericos podría comportar una situación de peligro. Serían un objetivo fácil, un foco de tensión.
La decisión que han tomado los responsables de los Mossos, y que el Barça comparte , es firme, aunque en la reunión de seguridad que se celebrará este viernes para coordinar el dispositivo del domingo se deja una pequeña rendija a un cambio de estrategia. Eso sí, todas las partes remarcan que la dimensión del partido hace que tener los aficionados blanco-y-azules disgregados por todo el estadio genera menos tensión porque tendrán una actitud más discreta.

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