jueves, 4 de agosto de 2016

El amistoso entre Celta y Pisa, suspendido por motivos de seguridad

La tensión que se ha vivido en el seno del Pisa en los últimos días ha desembocado en la suspensión del partido previsto para esta noche entre los italianos y el Celta. La afición local llevaba horas en la puerta del hotel de concentración de su equipo sin permitirle salir hacia el estadio, donde sí accedieron los célticos, que permanecieron a la espera de noticias hasta la confirmación de la cancelación.
El campo no llegó a ser abierto a los aficionados, que generaron un ambiente de tensión que enseguida hizo planear la sombra de la suspensión. El desencadenante de la situación es la reciente dimisión de Gatusso como técnico, justo después de un cambio de directiva que la hinchada pisana rechaza. Alrededor de medio millar de tifosi se han dado cita, convocados por un grupo de ultras del conjunto.
El propio Celta ha confirmado que no habrá partido por motivos de seguridad y que, en su lugar, el equipo ha realizado un entrenamiento en el Arena Garibaldi-Romeo Anconetani, estadio donde estaba previsto disputar el amistoso.
Minutos después, también el Pisa ha anunciado y explicado los motivos de que el choque no se celebre. «El equipo no ha sido capaz de llegar al estadio debido a una masa de aficionados que impedían al autobús moverse del hotel. Con el fin de evitar más tensiones, la policía recomendó al equipo volver al hotel», expresaron.
La amenaza de suspensión comenzó a planear sobre el ambiente a media tarde. Cuando se tuvo conocimiento de que medio millar de aficionados radicales rodeaban el hotel AC Pisa en donde descansaba su equipo. Lo hacían encendiendo bengalas y con cánticos que evidenciaban el clima de confrontación después de la dimisión de Gattuso y cambios en el organigrama directivo del club.
Ajeno a esta situación, el Celta abandonó su hotel de concentración camino del estadio para llegar con hora y media de antelació. Para entonces había otro medio millar de aficionados del cuadro local y algún céltico a las puertas del recinto, que en todo momento permaneció cerrado. Sí tuvo acceso a las dependencias del estadio el autobús del cuadro vigués. La plantilla se cambió y se dirigió al césped para hacer el calentamiento.
En un primer momento, y en vista de que el Pisa no llegaba al estadio, se barruntó la opción de comenzar con retraso. Sin embargo, minutos antes de las nueve, y dada la situación generada, el partido quedó suspendido. Entonces Berizzo reunió a todo su plantel, en estos momentos 28 jugadores desplazados a Italia, para anunciarles que en vez de un partido amistoso realizarían un entrenamiento en el mismo estadio, sesión que acabó con un partidillo a campo completo para intentar mitigar los efectos de la suspensión.

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