El Trofeo Carranza no se ha librado este año de la mácula dejada por los equipos del Villarreal y del Sevilla, que al término de la segunda semifinal se enzarzaron en una bronca que necesitó de la intervención de la Policía para separar a varios jugadores que llegaron a las manos. Incluso el portero de la escuadra castellonense, Viera, tuvo que ser trasladado al Puerta del Mar por una lesión en una mano. Pero esta pelea que no salió de los márgenes del estadio cadista pudo ser el prólogo de una batalla campal que tenía preparada un grupo de aficionados radicales del Sevilla F. C., según confirmaron ayer a este medio fuentes policiales.
La prueba más rotunda fue el importante armamento, en forma de palos, alguna navaja y bengalas, que le fue requisado media hora antes de que comenzara el encuentro.Cuando la ciudad se estaba preparando para la organización de las barbacoas y la competición deportiva del pasado fin de semana, la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Comisaría Provincial o también conocida como los Zodiacos, indagaba sobre unas informaciones que habían interceptado acerca de una gran pelea que podían estar preparando aficionados radicales vinculados a la peña Biri-Biri del Sevilla F. C. Las mismas fuentes policiales confirmaron que habían estado retando a los Brigadas Amarillas para que acudieran al Polígono Fadricas de San Fernando, junto al centro comercial del Bahía Sur, y allí protagonizar una pelea a palos. El día elegido era la final del Trofeo, cuando la atención policial mira hacia las playas de la capital.Pero los aficionados del Cádiz no cayeron en la provocación que les llegaba desde foros de internet. Esta información esencial llegó a oídos de los Zodiacos, que tenían encargada la seguridad en el estadio y en las barbacoas, en colaboración con sus compañeros antidisturbios de Sevilla. Por lo que prepararon un dispositivo para recibir a ese grupo radical e impedir que actuaran.En CortaduraPero anticiparon un día su llegada a la ciudad y media horas antes de que se celebrara la segunda semifinal del Trofeo entre el Sevilla y el Villarreal fueron detectados en Cortadura. Se trataba de un grupo de 36 personas que habían viajado en coches particulares.
En la Policía ya saben que estos aficionados radicales suelen repartirse en vehículos que aparcan en zonas que faciliten una salida rápida de la ciudad por si tienen que darse a la fuga.Allí fueron parados por dos equipos de los Zodiacos y una patrulla de Seguridad Ciudadana y con un simple cacheo superficial pudieron ver que iban armados de objetos contundentes y cortantes. En total, los agentes les intervinieron: 10 barras de hierro, un casco integral de moto que se utiliza como arma contundente, una navaja, un cúter, una defensa extensible metálica de 52 centímetros y tres bengalas marinas, que están ahora depositadas en la Comisaría Provincial.Pero el artilugio más llamativo resultó ser una herramienta de albañil que habían manipulado para hacerla aún más peligrosa. Se trata de una llana, que se utiliza para extender el yeso o la argamasa en las superficies, pero que le habían incorporado unos pinchos como aparece en la imagen superior.
Todos los aficionados fueron sancionados por la Ley contra la Violencia en el Deporte que recoge sanciones administrativas de a partir de 3.000 euros por tratar de introducir este tipo de elementos en un recinto deportivo. Esta norma, que se creó recientemente para erradicar cualquier comportamiento que aliente la violencia o el racismo en torno a las competiciones deportivas, permite actuar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, antes, durante y después de cada evento, haciendo especial hincapié en la prevención. Los Zodiacos, en esta ocasión, pudieron retirarles las armas antes de que las escondieran. Según las fuentes consultadas, lo habitual es que las tiren debajo de los coches o las oculten cuando ven presencia policial. «Ésta vez no les dio tiempo».¿Después de despojarles de las armas, fueron conducidos bajo un cordón («embolsados» en el argot policial) hasta el Estadio Carranza. Además fueron custodiados todo el tiempo que duró el encuentro, rodeándolos con un perímetro de policías en una técnica que se denomina la jaula.
Desde la Comisaría Provincial están convencidos de que al ser sorprendidos el día antes de la final, desistieron de seguir con las provocaciones. Y el final del Trofeo y las posteriores barbacoas no se vieron relegadas a un segundo plano por culpa de una violenta pelea. Por su parte, los Zodiacos, una unidad que nació a principios de año para cubrir la seguridad en los grandes eventos y concentraciones multitudinarias en la Bahía, la cual no contaba con efectivos antidisturbios, superó su segundo gran test después de haberse estrenado en la pasada edición del Carnaval.
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