Dos detenidos, uno de ellos menor de edad y que quedó en libertad, fue el balance de los incidentes acaecidos en los momentos previos al partido Cacereño-Díter Zafra por intento de agresión y destrozos en las instalaciones del cámping Ciudad de Cáceres, situado en los aledaños del estadio Príncipe Felipe, según informaron fuentes policiales.
Al parecer, unos tres cuartos de hora antes del comienzo del partido, sobre las seis menos cuarto de la tarde, varios seguidores de la peña Escuadrón Verdiblanco tuvieron que refugiarse en las instalaciones del citado cámping, muy cercano a la zona de aparcamiento del estadio Príncipe Felipe, porque varios individuos, en principio seguidores del Díter Zafra, les perseguían con ánimo de agredirles. Estos supuestos hinchas segedanos, algunos de los cuales habían viajado en autobús hasta Cáceres y otros en un vehículo particular, siguieron a los aficionados de la peña cacereña hasta el bar del cámping, donde amenazaron a los seguidores del equipo rival con piedras, botellas y navajas. En esos momentos se encontraban en la zona del restaurante y en la cafetería alrededor de diez familias festejando diversas celebraciones y había bastantes niños entre ellas, algunos de corta edad, que al ver la situación se refugiaron donde pudieron, incluso alguno debajo de un futbolín que se halla en el interior de la cafetería.
Según relataron testigos presenciales, los agresores comenzaron a lanzar piedras y botellas contra los cristales de la cafetería, llegando incluso a tirar una bengala que cayó dentro de la cafetería. Los seguidores de la peña del Cacereño devolvieron para fuera la bengala y entonces volvieron a lanzar piedras, botellas y alrededor de una decena de bengalas, alguna de las cuales provocó la rotura de cristales y destrozos en el suelo y en el mobiliario de la cafetería.
Según uno de los socios propietarios del cámping, Augusto Díez, "el susto fue monumental para nosotros y también para los clientes, que se encontraban tranquilamente disfrutando de la sobremesa".
El cámping se encontraba al 30 por ciento de su capacidad y se da la circunstancia de que es utilizado por familiares de jugadores del Cacereño cuando vienen a Cáceres a ver algún partido.
Algunos --al parecer cuatro-- de los supuestos autores de las agresiones, según comentaron testigos presenciales a EL PERIODICO EXTREMADURA, salieron huyendo en un Ford Focus y del que aún no se ha sabido su paradero.
Después, en el descanso del partido, el propietario del cámping identificó a dos de los agresores en el estadio, siendo detenidos por la policía.
Al parecer, unos tres cuartos de hora antes del comienzo del partido, sobre las seis menos cuarto de la tarde, varios seguidores de la peña Escuadrón Verdiblanco tuvieron que refugiarse en las instalaciones del citado cámping, muy cercano a la zona de aparcamiento del estadio Príncipe Felipe, porque varios individuos, en principio seguidores del Díter Zafra, les perseguían con ánimo de agredirles. Estos supuestos hinchas segedanos, algunos de los cuales habían viajado en autobús hasta Cáceres y otros en un vehículo particular, siguieron a los aficionados de la peña cacereña hasta el bar del cámping, donde amenazaron a los seguidores del equipo rival con piedras, botellas y navajas. En esos momentos se encontraban en la zona del restaurante y en la cafetería alrededor de diez familias festejando diversas celebraciones y había bastantes niños entre ellas, algunos de corta edad, que al ver la situación se refugiaron donde pudieron, incluso alguno debajo de un futbolín que se halla en el interior de la cafetería.
Según relataron testigos presenciales, los agresores comenzaron a lanzar piedras y botellas contra los cristales de la cafetería, llegando incluso a tirar una bengala que cayó dentro de la cafetería. Los seguidores de la peña del Cacereño devolvieron para fuera la bengala y entonces volvieron a lanzar piedras, botellas y alrededor de una decena de bengalas, alguna de las cuales provocó la rotura de cristales y destrozos en el suelo y en el mobiliario de la cafetería.
Según uno de los socios propietarios del cámping, Augusto Díez, "el susto fue monumental para nosotros y también para los clientes, que se encontraban tranquilamente disfrutando de la sobremesa".
El cámping se encontraba al 30 por ciento de su capacidad y se da la circunstancia de que es utilizado por familiares de jugadores del Cacereño cuando vienen a Cáceres a ver algún partido.
Algunos --al parecer cuatro-- de los supuestos autores de las agresiones, según comentaron testigos presenciales a EL PERIODICO EXTREMADURA, salieron huyendo en un Ford Focus y del que aún no se ha sabido su paradero.
Después, en el descanso del partido, el propietario del cámping identificó a dos de los agresores en el estadio, siendo detenidos por la policía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario