Los nervios comienzan a desatarse en el Ciutat de Valencia. El vicepresidente del club granota, Miguel Ángel Ruiz, acabó peleándose contra algunos aficionados a la conclusión del Levante-Barcelona y sólo la oportuna aparición de los guardias jurados evitó que la situación pasara a mayores.
La afición permaneció del lado del equipo durante todo el encuentro ante el Barcelona, pero tras el pitido final, las miradas se tornaron hacia el palco para protestar por la mala imagen del equipo.
Este hecho despertó una reacción violenta de Ruiz, que respondió con insultos a las protestas de los aficionados locales. El alboroto provocó que cada vez fueran más los aficionados que se agolparan alrededor del palco y los guardias jurados se vieron obligados a intervenir y se llevaron a Ruiz al interior del palco para evitar que la situación empeorase.
La afición permaneció del lado del equipo durante todo el encuentro ante el Barcelona, pero tras el pitido final, las miradas se tornaron hacia el palco para protestar por la mala imagen del equipo.
Este hecho despertó una reacción violenta de Ruiz, que respondió con insultos a las protestas de los aficionados locales. El alboroto provocó que cada vez fueran más los aficionados que se agolparan alrededor del palco y los guardias jurados se vieron obligados a intervenir y se llevaron a Ruiz al interior del palco para evitar que la situación empeorase.
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