Batallas callejeras delante del estadio, peleas con cuchillos, disturbios en las tribunas, coches destruidos, heridos y detenidos: pese al endurecimiento de las leyes, ese es el balance dejado por la cuarta jornada de la liga italiana de futbol. Antes del clásico local entre la Sampdoria y el Génova, que terminó 0-0, unos 150 hinchas violentos de ambos equipos protagonizaron el domingo por la noche un sangriento combate en las inmediaciones del campo.
“Génova se sume en el caos”, tituló hoy “La Gazzetta dello Sport”, después de que el partido estuviera a punto de ser suspendido. Muchos fans fueron heridos con arma blanca antes y después del derby. Los autores de los ataques aún siguen sin identificar, pero la policía espera poder averiguar sus nombres gracias a grabaciones de video de la cámara de vigilancia de un banco cercano. El lugar de los enfrentamientos entre los grupos radicales de ambos equipos parecía por la noche un campo de batalla: decenas de motocicletas destrozadas estaban desparramadas por el asfalto y numerosos coches tenían los cristales rotos. Las imágenes recordaban a los disturbios ocurridos en la cumbre del G-8 de 2001 en la ciudad portuaria del norte de Italia. Pero eso no fue todo. En el partido más importante de la jornada, entre la Roma y la Juventus de Turín, que acabó 2-2, se registró también un incidente, aunque menor, en la grada. Dos aficionados de la Juve fueron detenidos poco después del inicio del encuentro, al iniciar una discusión con otros aficionados y atacar a un empleado del campo. Pocos minutos antes, los jugadores de ambos equipos se habían abrazado en el centro del campo en un gesto contra la violencia en el futbol. Por la noche, una redada de la policía en Roma terminó con 65 hinchas detenidos bajo sospecha de actos violentos en partidos de futbol, según comunicaron hoy las fuerzas del orden de la capital italiana, cuya operación se realizó independientemente del partido entre Roma y Juve.
“Génova se sume en el caos”, tituló hoy “La Gazzetta dello Sport”, después de que el partido estuviera a punto de ser suspendido. Muchos fans fueron heridos con arma blanca antes y después del derby. Los autores de los ataques aún siguen sin identificar, pero la policía espera poder averiguar sus nombres gracias a grabaciones de video de la cámara de vigilancia de un banco cercano. El lugar de los enfrentamientos entre los grupos radicales de ambos equipos parecía por la noche un campo de batalla: decenas de motocicletas destrozadas estaban desparramadas por el asfalto y numerosos coches tenían los cristales rotos. Las imágenes recordaban a los disturbios ocurridos en la cumbre del G-8 de 2001 en la ciudad portuaria del norte de Italia. Pero eso no fue todo. En el partido más importante de la jornada, entre la Roma y la Juventus de Turín, que acabó 2-2, se registró también un incidente, aunque menor, en la grada. Dos aficionados de la Juve fueron detenidos poco después del inicio del encuentro, al iniciar una discusión con otros aficionados y atacar a un empleado del campo. Pocos minutos antes, los jugadores de ambos equipos se habían abrazado en el centro del campo en un gesto contra la violencia en el futbol. Por la noche, una redada de la policía en Roma terminó con 65 hinchas detenidos bajo sospecha de actos violentos en partidos de futbol, según comunicaron hoy las fuerzas del orden de la capital italiana, cuya operación se realizó independientemente del partido entre Roma y Juve.
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