La UEFA ha abierto un expediente al Sevilla por el comportamiento de algunos de sus aficionados en el estadio del Sporting de Braga (Portugal), donde jugaron la ida de la eliminatoria previa de la Liga de Campeones, y además el club sevillano ha repudiado públicamente esas conductas.
En un comunicado hecho público, el Sevilla anuncia que los hinchas rompieron "varios asientos de la zona destinada a la afición visitante, al tiempo que destrozaron igualmente alguna dependencia del mismo en aquella área" y añade que la entidad andaluza "correrá con los gastos de reparación de los desperfectos ocasionados por sus aficionados tal y como ha solicitado el Sporting de Braga".
El club portugués, además, informó a la UEFA de lo ocurrido, por lo que el máximo organismo del fútbol europeo ha abierto un expediente para aclarar lo sucedido que puede acarrear una fuerte sanción al Sevilla FC, según reconoce la propia entidad sevillista.
El Sevilla denuncia en su escrito "este comportamiento de aficionados que manchan el buen nombre de la entidad, que viene disputando competiciones europeas desde 2004 sin que hasta ahora hubiera habido queja", e indica que "perseguirá -estas conductas- con empeño al objeto de evitarlas y haciendo que el peso de la Ley recaiga sobre quiénes comenten estos actos que cabe calificar de vandálicos".
Además, el club sevillista advierte que "seguirá aplicando el reglamento interno de uso y acceso del abonado al estadio y no escatimará esfuerzos para luchar contra el uso fraudulento de los abonos y contra comportamientos que violen la Ley del Deporte o las simples normas de conducta más elementales".
En un comunicado hecho público, el Sevilla anuncia que los hinchas rompieron "varios asientos de la zona destinada a la afición visitante, al tiempo que destrozaron igualmente alguna dependencia del mismo en aquella área" y añade que la entidad andaluza "correrá con los gastos de reparación de los desperfectos ocasionados por sus aficionados tal y como ha solicitado el Sporting de Braga".
El club portugués, además, informó a la UEFA de lo ocurrido, por lo que el máximo organismo del fútbol europeo ha abierto un expediente para aclarar lo sucedido que puede acarrear una fuerte sanción al Sevilla FC, según reconoce la propia entidad sevillista.
El Sevilla denuncia en su escrito "este comportamiento de aficionados que manchan el buen nombre de la entidad, que viene disputando competiciones europeas desde 2004 sin que hasta ahora hubiera habido queja", e indica que "perseguirá -estas conductas- con empeño al objeto de evitarlas y haciendo que el peso de la Ley recaiga sobre quiénes comenten estos actos que cabe calificar de vandálicos".
Además, el club sevillista advierte que "seguirá aplicando el reglamento interno de uso y acceso del abonado al estadio y no escatimará esfuerzos para luchar contra el uso fraudulento de los abonos y contra comportamientos que violen la Ley del Deporte o las simples normas de conducta más elementales".
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