Se cumplieron 40 años de la Tragedia de Ibrox Park, donde 66 hinchas del Rangers murieron aplastados tras gritar sobre la hora un gol en el clásico ante Celtic. Cosas del destino, hoy se volvieron a ver las caras.
No fue un día fácil. Ni el de hoy ni el de aquel. El 2 de enero de 1971, una avalancha se llevó a 66 hinchas del Rangers escocés que celebraron, sobre la hora, el empate de Colin Stein en el clásico contra el Celtic, cuando la valla metálica de una de las escaleras del Ibrox Park no resistió. Se trató entonces de la Tragedia de Ibrox Park, entonces. Cosas del destino, esta mañana, en el mismo estadio, los rivales volvieron a verse las caras…
Los dos capitanes de aquel entonces, John Greig y Bill Mc Neill, encabezaron la salida de los equipos e hicieron luego un respetuoso y sentido minuto de silencio. “Echando la vista atrás, sientes como si se supiese que algo iba a suceder. Era un miserable día gris, con niebla y focos encendidos, aunque el partido se jugaba de tarde. Trajeron un par de cuerpos al vestuario y la verdad, no se si estaban vivos o muertos. Salí del túnel y era un locura con gente que corría para todos lados. No puedo olvidar los cuerpos tumbados desde la línea del mediocampo hasta el arco del Rangers”, recuerda dolido Greig.
El actual técnico del Rangers, Walter Smith, estuvo con su hermano en la cancha, como hincha. Salvó su vida. “No importaba de qué equipo eras. La ciudad de Glasgow se había unido en el dolor”, dijo.
El partido se jugó y el Rangers sintió el clima. En su casa, perdió el derby 2-0 con doblete del griego mundialista Samaras. El Celtic, con este resultado, le sacó a Rangers cuatro puntos de ventaja, aunque éstos tienen dos juegos menos.
No siempre los resultados mandan. En Escocia hoy ganó la memoria. Goleó.
No fue un día fácil. Ni el de hoy ni el de aquel. El 2 de enero de 1971, una avalancha se llevó a 66 hinchas del Rangers escocés que celebraron, sobre la hora, el empate de Colin Stein en el clásico contra el Celtic, cuando la valla metálica de una de las escaleras del Ibrox Park no resistió. Se trató entonces de la Tragedia de Ibrox Park, entonces. Cosas del destino, esta mañana, en el mismo estadio, los rivales volvieron a verse las caras…
Los dos capitanes de aquel entonces, John Greig y Bill Mc Neill, encabezaron la salida de los equipos e hicieron luego un respetuoso y sentido minuto de silencio. “Echando la vista atrás, sientes como si se supiese que algo iba a suceder. Era un miserable día gris, con niebla y focos encendidos, aunque el partido se jugaba de tarde. Trajeron un par de cuerpos al vestuario y la verdad, no se si estaban vivos o muertos. Salí del túnel y era un locura con gente que corría para todos lados. No puedo olvidar los cuerpos tumbados desde la línea del mediocampo hasta el arco del Rangers”, recuerda dolido Greig.
El actual técnico del Rangers, Walter Smith, estuvo con su hermano en la cancha, como hincha. Salvó su vida. “No importaba de qué equipo eras. La ciudad de Glasgow se había unido en el dolor”, dijo.
El partido se jugó y el Rangers sintió el clima. En su casa, perdió el derby 2-0 con doblete del griego mundialista Samaras. El Celtic, con este resultado, le sacó a Rangers cuatro puntos de ventaja, aunque éstos tienen dos juegos menos.
No siempre los resultados mandan. En Escocia hoy ganó la memoria. Goleó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario