Los Mossos d'Esquadra han desarticulado una organización criminal neonazi, los miembros habrían participado presuntamente en una contundente agresión a varios jóvenes ante la sala Stroika de Manresa.
Los hechos, que tuvieron lugar el pasado 23 de marzo, unas 2 horas antes de la celebración de un concierto antifascista, acabó con un balance de un joven herido muy grave, tres más con lesiones de consideración y un vehículo incendiado con el lanzamiento de bengalas con los ocupantes en su interior.
Con las detenciones de ayer lunes, 9 de julio, de 4 personas por los delitos de asesinato en grado de tentativa, incendio, lesiones, daños y desórdenes públicos, los Mossos d'Esquadra dan por cerrada esta investigación que en una primera fase, llevada a cabo el pasado 13 de junio, se detuvieron 12 personas, 9 de los cuales ya han ingresado en prisión por orden del juzgado de instrucción número 2 de Manresa.
Dos personas quedaron en libertad con cargos, y la obligación de personarse quincenalmente en el Juzgado. El duodécimo detenido, menor de edad, fue presentado a Fiscalía de Menores. El Fiscal les imputa presuntos delitos de asesinato en grado de tentativa, lesiones con uso de objetos contundentes, incendio, tenencia ilícita de armas y pertenencia a asociación ilícita.
Los detenidos formarían parte de un grupo criminal organizado, cuya finalidad era el uso de la violencia para difundir su ideología. El punto de encuentro entre la mayoría de estas 16 personas es su vinculación a grupos de aficionados radicales y extremadamente violentos de fútbol del RCD Espanyol y del Real Madrid en Cataluña, y algunos de ellos con su militancia o relación con varios partidos y entidades políticas de ideología de extrema derecha. La gran mayoría habrían protagonizado altercados y episodios violentos en torno a los dos equipos de fútbol mencionados.
Esta organización actuaba de forma jerárquica, ya que un grupo reducido de personas decidían las acciones a emprender y la forma de ejecutarlas, mientras que el resto obedecía las órdenes planificadas, reproduciendo un sistema de funcionamiento militar. Los objetivos eran personas, colectivos o eventos contrarios a su ideología, es decir cualquier colectivo de carácter independentista o antifascista podía sufrir un ataque de diversa consideración. Otro de los colectivos que ha sufrido el ataque y la violencia por parte de alguna de estas 16 personas es el de inmigrantes, por el solo hecho de su origen forastero.
Fruto de la investigación policial, los Mossos d'Esquadra han constatado que uno de los motivos que provocaron el ataque de Manresa era la acción que habrían protagonizado jóvenes antifascistas para evitar un concierto neonazi en el barrio del Poblenou, el pasado día de la Hispanidad. En aquella ocasión, jóvenes encapuchados lanzaron piedras y botellas de vidrio contra un local donde iba a celebrarse un concierto impulsado por grupos de extrema derecha.
Por este motivo, el pasado 23 de marzo, los agresores habrían actuado de forma premeditada, muy planificada, extremadamente contundente y muy rápida, utilizando armas prohibidas como barras de hierro y puños americanos. La acción fue acompañada del lanzamiento de bengalas para aumentar la confusión y facilitar tanto el ataque como la huida. Los atacantes se dispusieron en formación militar, divididos en dos grupos de entre 7 y 8 personas en cada uno, para asegurar el éxito de la operación.
La investigación policial constata que desde primera hora de la tarde del día de la agresión, los integrantes del grupo iniciaron una cuidadosa planificación del ataque que producirían horas más tarde en Manresa. Así, organizaron el viaje a la comarca del Bages desde diversos puntos del territorio catalán, distribuidos en varios vehículos. El primer punto de encuentro de la mayoría del grupo agresor se hizo en la ciudad de Terrassa, donde se terminó de perfilar la agresión en un conocido hotel de la ciudad. Aproximadamente una hora antes de los hechos, el convoy partió en dirección a Manresa.
A consecuencia de la agresión en resultó muy malherido un joven, el cual estuvo al borde de la muerte, que fue golpeado de forma reiterada en la cabeza con barras de hierro y puños americanos, y en las manos y brazos, con los que intentaba defenderse. Entre otras lesiones, este joven sufrió un traumatismo craneoencefálico, fue trasladado con urgencia al Hospital de Terrassa, donde fue operado urgentemente. Tres otros jóvenes sufrieron lesiones de consideración y se incendió un vehículo con el lanzamiento de bengalas, con los ocupantes dentro. Por tanto, si bien la acción de la agresión fue planificada meticulosamente, el azar escogió las víctimas: sufrieron las agresiones que estaba en la zona del Stroika un rato antes del concierto.
En los dos operativos policiales del pasado 13 de junio, dirigidos por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Manresa, los agentes llevaron a cabo siete entradas y registros en domicilios de cinco de los detenidos, en los municipios de Terrassa, Castellar del Vallès , Polinyà, Capellades y El Pont de Vilomara. Se intervinieron armas prohibidas como puños americanos, armas blancas, material pirotécnico y otros objetos contundentes, así como también fuerza material de ideología nacionalsocialista. También localizaron muchos objetos con simbología de la España preconstitucional.
La gran mayoría de los detenidos tienen numerosos antecedentes judiciales y policiales relacionados con agresiones y peleas, algunas de ellas con connotaciones xenófobas y racistas
Los hechos, que tuvieron lugar el pasado 23 de marzo, unas 2 horas antes de la celebración de un concierto antifascista, acabó con un balance de un joven herido muy grave, tres más con lesiones de consideración y un vehículo incendiado con el lanzamiento de bengalas con los ocupantes en su interior.
Con las detenciones de ayer lunes, 9 de julio, de 4 personas por los delitos de asesinato en grado de tentativa, incendio, lesiones, daños y desórdenes públicos, los Mossos d'Esquadra dan por cerrada esta investigación que en una primera fase, llevada a cabo el pasado 13 de junio, se detuvieron 12 personas, 9 de los cuales ya han ingresado en prisión por orden del juzgado de instrucción número 2 de Manresa.
Dos personas quedaron en libertad con cargos, y la obligación de personarse quincenalmente en el Juzgado. El duodécimo detenido, menor de edad, fue presentado a Fiscalía de Menores. El Fiscal les imputa presuntos delitos de asesinato en grado de tentativa, lesiones con uso de objetos contundentes, incendio, tenencia ilícita de armas y pertenencia a asociación ilícita.
Los detenidos formarían parte de un grupo criminal organizado, cuya finalidad era el uso de la violencia para difundir su ideología. El punto de encuentro entre la mayoría de estas 16 personas es su vinculación a grupos de aficionados radicales y extremadamente violentos de fútbol del RCD Espanyol y del Real Madrid en Cataluña, y algunos de ellos con su militancia o relación con varios partidos y entidades políticas de ideología de extrema derecha. La gran mayoría habrían protagonizado altercados y episodios violentos en torno a los dos equipos de fútbol mencionados.
Esta organización actuaba de forma jerárquica, ya que un grupo reducido de personas decidían las acciones a emprender y la forma de ejecutarlas, mientras que el resto obedecía las órdenes planificadas, reproduciendo un sistema de funcionamiento militar. Los objetivos eran personas, colectivos o eventos contrarios a su ideología, es decir cualquier colectivo de carácter independentista o antifascista podía sufrir un ataque de diversa consideración. Otro de los colectivos que ha sufrido el ataque y la violencia por parte de alguna de estas 16 personas es el de inmigrantes, por el solo hecho de su origen forastero.
Fruto de la investigación policial, los Mossos d'Esquadra han constatado que uno de los motivos que provocaron el ataque de Manresa era la acción que habrían protagonizado jóvenes antifascistas para evitar un concierto neonazi en el barrio del Poblenou, el pasado día de la Hispanidad. En aquella ocasión, jóvenes encapuchados lanzaron piedras y botellas de vidrio contra un local donde iba a celebrarse un concierto impulsado por grupos de extrema derecha.
Por este motivo, el pasado 23 de marzo, los agresores habrían actuado de forma premeditada, muy planificada, extremadamente contundente y muy rápida, utilizando armas prohibidas como barras de hierro y puños americanos. La acción fue acompañada del lanzamiento de bengalas para aumentar la confusión y facilitar tanto el ataque como la huida. Los atacantes se dispusieron en formación militar, divididos en dos grupos de entre 7 y 8 personas en cada uno, para asegurar el éxito de la operación.
La investigación policial constata que desde primera hora de la tarde del día de la agresión, los integrantes del grupo iniciaron una cuidadosa planificación del ataque que producirían horas más tarde en Manresa. Así, organizaron el viaje a la comarca del Bages desde diversos puntos del territorio catalán, distribuidos en varios vehículos. El primer punto de encuentro de la mayoría del grupo agresor se hizo en la ciudad de Terrassa, donde se terminó de perfilar la agresión en un conocido hotel de la ciudad. Aproximadamente una hora antes de los hechos, el convoy partió en dirección a Manresa.
A consecuencia de la agresión en resultó muy malherido un joven, el cual estuvo al borde de la muerte, que fue golpeado de forma reiterada en la cabeza con barras de hierro y puños americanos, y en las manos y brazos, con los que intentaba defenderse. Entre otras lesiones, este joven sufrió un traumatismo craneoencefálico, fue trasladado con urgencia al Hospital de Terrassa, donde fue operado urgentemente. Tres otros jóvenes sufrieron lesiones de consideración y se incendió un vehículo con el lanzamiento de bengalas, con los ocupantes dentro. Por tanto, si bien la acción de la agresión fue planificada meticulosamente, el azar escogió las víctimas: sufrieron las agresiones que estaba en la zona del Stroika un rato antes del concierto.
En los dos operativos policiales del pasado 13 de junio, dirigidos por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Manresa, los agentes llevaron a cabo siete entradas y registros en domicilios de cinco de los detenidos, en los municipios de Terrassa, Castellar del Vallès , Polinyà, Capellades y El Pont de Vilomara. Se intervinieron armas prohibidas como puños americanos, armas blancas, material pirotécnico y otros objetos contundentes, así como también fuerza material de ideología nacionalsocialista. También localizaron muchos objetos con simbología de la España preconstitucional.
La gran mayoría de los detenidos tienen numerosos antecedentes judiciales y policiales relacionados con agresiones y peleas, algunas de ellas con connotaciones xenófobas y racistas
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