Tomislav Bosec es una de las figuras de Zaprešić Inter, actual campeón de la liga de Croacia. Bosec, de hecho, hizo el gol que le dio el último sábado el título a su equipo en la final ante NK Zadar.
El jugador bajó una pelota en el área, levantó la cabeza y definió ante la salida del Uno rival, para marcar el 1-0 definitivo. Sin embargo, Bosec no es noticia en un medio argentino por sacar campeón a un conjunto croata, sino por su particular festejo.
Luego del gol consagratorio, Bosec corrió desesperado hacia una de las tribunas ubicadas detrás del arco rival y, tras saltar los carteles y esquivar un par de compañeros, intentó celebrarlo con el público.
Pero lo que el goleador no advirtió fue que en esas gradas estaban situados los hinchas rivales. Uno de ellos no vaciló en hacérselo notar y lo golpeó en el rostro con un golpe digno de un padre terriblemente ofuscado que intenta reprender a su hijo adolescente.
El jugador bajó una pelota en el área, levantó la cabeza y definió ante la salida del Uno rival, para marcar el 1-0 definitivo. Sin embargo, Bosec no es noticia en un medio argentino por sacar campeón a un conjunto croata, sino por su particular festejo.
Luego del gol consagratorio, Bosec corrió desesperado hacia una de las tribunas ubicadas detrás del arco rival y, tras saltar los carteles y esquivar un par de compañeros, intentó celebrarlo con el público.
Pero lo que el goleador no advirtió fue que en esas gradas estaban situados los hinchas rivales. Uno de ellos no vaciló en hacérselo notar y lo golpeó en el rostro con un golpe digno de un padre terriblemente ofuscado que intenta reprender a su hijo adolescente.
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