El partido que abrió la jornada undécima en la Ligue 1 arrancó con casi una hora de retraso sobre la hora prevista por culpa de los aficionados más radicales del equipo local.
Los hinchas del Saint-Etienne, colista de la liga francesa, decidieron protestar contra la actitud de su equipo lanzando bengalas al campo antes del arranque del encuentro contra el Angers. El humo obligó al árbitro a ordenar que se volviera a los vestuarios inmediatamente.
Los ultras del Saint-Étienne han focalizado sus iras contra el entrenador, Claude Puel. El equipo es colista destacado después de diez jornadas, en las que aún no han logrado ninguna victoria.
La protesta en el campo empezó con gritos hacia el entrenador y también contra los jugadores, que aguantaron el chaparrón de manera estoica. Gritos de "¡Queremos un equipo, queremos un equipo!" derivaron en pitos, lanzamiento de objetos y, a la postre, de bengalas.
La Liga Francesa habrá tomado nota de lo sucedido y el Saint-Éttiene se enfrentará a una sanción seria, ya que en el país galo se toman razonablemente en serio este tipo de actitudes.
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