El Valencia sigue inmerso en su espiral de decisiones polémicas a la vez que impopulares, que están erosionando no solo la figura del entrenador Ronald Koeman, sino, sobre todo, la de su presidente, Juan Soler.
La última medida ha sido no permitir que los aficionados tuvieran acceso a la Ciudad Deportiva de Paterna mientras la plantilla che estaba entrenando. Al mismo tiempo, los periodistas que habitualmente cubren la información del equipo debieron pasar controles de acceso al recinto.
Desde que el viernes el equipo volviera al trabajo tras las vacaciones de Navidad, han sido varios los aficionados que han mostrado su disconformidad con la medida adoptada por Ronald Koeman de no volver a convocar a Albelda, Angulo y Cañizares.
Durante los tres últimos días, varios aficionados, con pancartas y gritos, han recriminado a Koeman su decisión. En cambio, han mostrado su apoyo a los apartados, sobre todo hacia Albelda.
Sin ir más lejos, ayer mismo también había pancartas contra el técnico holandés, con textos como "Koeman a la calle. No te queremos", pero se exhibieron desde fuera de las instalaciones.
Koeman abandonó el recinto muy poco tiempo después de que terminara el entrenamiento. Lo hizo a bordo de un vehículo conducido por Voro, el delegado del equipo, evitando que los aficionados se arremolinaran alrededor de su automóvil para insultarle, tal y como ocurrió el sábado.
Al final de la sesión, y cuando prácticamente todos los futbolistas se habían marchado ya de las instalaciones, se permitió la entrada de los aficionados.
Mientras Soler coloca seguridad privada tanto en su domicilio como en su despacho, se está organizando una manifestación en contra suya con motivo del Valencia-Levante del domingo.
La última medida ha sido no permitir que los aficionados tuvieran acceso a la Ciudad Deportiva de Paterna mientras la plantilla che estaba entrenando. Al mismo tiempo, los periodistas que habitualmente cubren la información del equipo debieron pasar controles de acceso al recinto.
Desde que el viernes el equipo volviera al trabajo tras las vacaciones de Navidad, han sido varios los aficionados que han mostrado su disconformidad con la medida adoptada por Ronald Koeman de no volver a convocar a Albelda, Angulo y Cañizares.
Durante los tres últimos días, varios aficionados, con pancartas y gritos, han recriminado a Koeman su decisión. En cambio, han mostrado su apoyo a los apartados, sobre todo hacia Albelda.
Sin ir más lejos, ayer mismo también había pancartas contra el técnico holandés, con textos como "Koeman a la calle. No te queremos", pero se exhibieron desde fuera de las instalaciones.
Koeman abandonó el recinto muy poco tiempo después de que terminara el entrenamiento. Lo hizo a bordo de un vehículo conducido por Voro, el delegado del equipo, evitando que los aficionados se arremolinaran alrededor de su automóvil para insultarle, tal y como ocurrió el sábado.
Al final de la sesión, y cuando prácticamente todos los futbolistas se habían marchado ya de las instalaciones, se permitió la entrada de los aficionados.
Mientras Soler coloca seguridad privada tanto en su domicilio como en su despacho, se está organizando una manifestación en contra suya con motivo del Valencia-Levante del domingo.
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