La madre del jefe de la barra brava de Boca, Mauro Martín, y una joven fueron agredidas por un grupo de hombres que ingresaron abruptamente al club Leopardi, en el barrio porteño de Villa Luro, amenazando a los presentes y rompiendo mobiliario, en lo que la policía sospecha sería una interna de La 12.
Entre los gritos que proferían los atacantes, que habrían sido más de una decena, apuntaban a que Martín no vaya más a la cancha, según confió el abogado del barra, Horacio Riveros.
El ataque se produjo en el club Leopardi, ubicado en Cajaravilla 4980, de Villa Luro, justamente en el entretiempo del partido que jugaron el sábado Boca y San Lorenzo, en la cancha de Racing, por el triangular final del torneo Apertura.
Es decir que los agresores sabían que Martín no se encontraba en el lugar. La madre de Martín, Rafaela Saidone, sufrió golpes y escoriaciones y fue asistida en el lugar, en tanto que una empleada que trabajaba en el club fue rociada con combustible, según el abogado del barra.
La mujer habría dado pistas para identificar a algunos de los agresores. Riveros se abstuvo de informar si el ataque correspondería a la facción antagónica en la barra de Boca, aunque estimó que por las amenazas que proferían "obedecería a este núcleo", según confió en declaraciones televisivas.
Los investigadores de la fiscalía 40 y la Policía intentan saber si tiene alguna vinculación con el sector opositor a Martín, que encabeza el uruguayo Williams. Según Riveros, su cliente ya venía recibiendo amenazas y también imputaciones penales sin fundamentos.
El club Leopardi, que suele participar en torneos de fútbol infantil, está regenteado por los padres de Martín, aunque es el hombre fuerte de esa institución.
Allí también Martín enseñaba boxeo a su antecesor en la jefatura de La 12, Rafael Di Zeo, quien estaría por salir en libertad tras una condena a cuatro años y cuatro meses de prisión por un ataque a hinchas de Chacarita en un amistoso.
Entre los gritos que proferían los atacantes, que habrían sido más de una decena, apuntaban a que Martín no vaya más a la cancha, según confió el abogado del barra, Horacio Riveros.
El ataque se produjo en el club Leopardi, ubicado en Cajaravilla 4980, de Villa Luro, justamente en el entretiempo del partido que jugaron el sábado Boca y San Lorenzo, en la cancha de Racing, por el triangular final del torneo Apertura.
Es decir que los agresores sabían que Martín no se encontraba en el lugar. La madre de Martín, Rafaela Saidone, sufrió golpes y escoriaciones y fue asistida en el lugar, en tanto que una empleada que trabajaba en el club fue rociada con combustible, según el abogado del barra.
La mujer habría dado pistas para identificar a algunos de los agresores. Riveros se abstuvo de informar si el ataque correspondería a la facción antagónica en la barra de Boca, aunque estimó que por las amenazas que proferían "obedecería a este núcleo", según confió en declaraciones televisivas.
Los investigadores de la fiscalía 40 y la Policía intentan saber si tiene alguna vinculación con el sector opositor a Martín, que encabeza el uruguayo Williams. Según Riveros, su cliente ya venía recibiendo amenazas y también imputaciones penales sin fundamentos.
El club Leopardi, que suele participar en torneos de fútbol infantil, está regenteado por los padres de Martín, aunque es el hombre fuerte de esa institución.
Allí también Martín enseñaba boxeo a su antecesor en la jefatura de La 12, Rafael Di Zeo, quien estaría por salir en libertad tras una condena a cuatro años y cuatro meses de prisión por un ataque a hinchas de Chacarita en un amistoso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario