Dore Regueira ha sufrido la peor cara del fútbol. Unos individuos que la Policía Nacional señaló como hinchas radicales del Deportivo destrozaron su bar, en el que se encontraban seguidores del Racing de Santander, antes del partido del domingo. El bar El Sur, situado en la avenida de Buenos Aires, tendrá que asumir los costes de reparación, pues su seguro no cubre «el vandalismo», según su propietaria.
«Entre las mesas, sillas, estanterías y cristales destrozados, y el tiempo perdido, calculo que he perdido entre unos 5.000 y 6.000 euros, y lo voy a tener que pagar todo yo. Es algo que tengo asumido, mi póliza no cubre el tema», informa Regueira. «Si cogiesen a alguno, podría reclamar, pero si no los cogen, me callo y trabajo», precisa. Fuentes de la Policía Nacional aseguraron ayer que no hubo ningún detenido, «solo dos identificados, ambos hinchas del Santander».
«A ver si podemos pagar esto antes de jubilarnos. Tendré que trabajar y pedir que no me vuelva a pasar algo así nunca más», desea la dueña del bar. «Voy a seguir abriendo igual los días de partido, que yo tengo que hacer frente a mi vida», asegura, y de hecho el negocio funcionó (de aquella manera, dado los desperfectos) a la conclusión del Dépor-Racing.
Regueira apunta que la situación que vivió fue «de pánico». Así recuerda los hechos: «Había 20 o 30 seguidores del Racing dentro del bar. Estaban tranquilamente. Llevaban solo unos 15 minutos y ni siquiera los pude atender a todos porque estaba sola. Se portaban bien, me pedían y pagaban al momento sin problemas. Pero de repente aparecieron seis o siete personas y empiezan a tirar para dentro palos, piedras y bengalas. Tres por lo menos tenían pasamontañas negros». Todo fue muy rápido, duró menos de un minuto, y los que estaban en el local se refugiaron en la parte de atrás.
«No hubo enfrentamiento verbal. Los del Santander estaban dentro bien, sin palos, sin armas y sin nada. No llevaba puestas ni diez cervezas cuando empezó el follón, es decir que los otros debían de venir detrás de ellos ya», concluye. De hecho, el 091 cree muy posible que radicales de uno y otro equipo se hubiesen picado a través de foros de Internet para verse las caras en A Coruña. Hubo dos heridos, ambos del Racing, por cortes producidos con cristales.
La propietaria del establecimiento precisa que no pudo ver la cara de ninguno de los vándalos, y también que no llevaban distintivos del conjunto blanquiazul: «Yo no digo que fueran del Dépor», quiere dejar claro.
«Entre las mesas, sillas, estanterías y cristales destrozados, y el tiempo perdido, calculo que he perdido entre unos 5.000 y 6.000 euros, y lo voy a tener que pagar todo yo. Es algo que tengo asumido, mi póliza no cubre el tema», informa Regueira. «Si cogiesen a alguno, podría reclamar, pero si no los cogen, me callo y trabajo», precisa. Fuentes de la Policía Nacional aseguraron ayer que no hubo ningún detenido, «solo dos identificados, ambos hinchas del Santander».
«A ver si podemos pagar esto antes de jubilarnos. Tendré que trabajar y pedir que no me vuelva a pasar algo así nunca más», desea la dueña del bar. «Voy a seguir abriendo igual los días de partido, que yo tengo que hacer frente a mi vida», asegura, y de hecho el negocio funcionó (de aquella manera, dado los desperfectos) a la conclusión del Dépor-Racing.
Regueira apunta que la situación que vivió fue «de pánico». Así recuerda los hechos: «Había 20 o 30 seguidores del Racing dentro del bar. Estaban tranquilamente. Llevaban solo unos 15 minutos y ni siquiera los pude atender a todos porque estaba sola. Se portaban bien, me pedían y pagaban al momento sin problemas. Pero de repente aparecieron seis o siete personas y empiezan a tirar para dentro palos, piedras y bengalas. Tres por lo menos tenían pasamontañas negros». Todo fue muy rápido, duró menos de un minuto, y los que estaban en el local se refugiaron en la parte de atrás.
«No hubo enfrentamiento verbal. Los del Santander estaban dentro bien, sin palos, sin armas y sin nada. No llevaba puestas ni diez cervezas cuando empezó el follón, es decir que los otros debían de venir detrás de ellos ya», concluye. De hecho, el 091 cree muy posible que radicales de uno y otro equipo se hubiesen picado a través de foros de Internet para verse las caras en A Coruña. Hubo dos heridos, ambos del Racing, por cortes producidos con cristales.
La propietaria del establecimiento precisa que no pudo ver la cara de ninguno de los vándalos, y también que no llevaban distintivos del conjunto blanquiazul: «Yo no digo que fueran del Dépor», quiere dejar claro.
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