El encuentro amistoso disputado este miércoles en Ámsterdam entre Holanda y Turquía fue interrumpido varias veces por el lanzamiento de bengalas de humo por parte de los aficionados visitantes, lo que obligó al árbitro a detener el juego.
El colegiado húngaro Viktor Kassai paró el juego en cinco momentos, debido a la presencia de humo en el césped del estadio Arena, que impedían el desarrollo del encuentro.
Pese a los numerosos llamamientos a la calma por los megáfonos, los seguidores continuaron lanzando bengalas en la segunda parte, por lo que el árbitro volvió a interrumpir el partido tres veces.
A la media hora de juego, la intervención de los jugadores turcos, que llegaron a dirigirse hacia sus aficionados, permitió que el enfrentamiento pudiera terminar sin ningún incidente, pese a la victoria neerlandesa por 1-0.
El colegiado húngaro Viktor Kassai paró el juego en cinco momentos, debido a la presencia de humo en el césped del estadio Arena, que impedían el desarrollo del encuentro.
Pese a los numerosos llamamientos a la calma por los megáfonos, los seguidores continuaron lanzando bengalas en la segunda parte, por lo que el árbitro volvió a interrumpir el partido tres veces.
A la media hora de juego, la intervención de los jugadores turcos, que llegaron a dirigirse hacia sus aficionados, permitió que el enfrentamiento pudiera terminar sin ningún incidente, pese a la victoria neerlandesa por 1-0.
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