El Real Unión tendrá que pagar una multa de 600 euros. Es la sanción impuesta por el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol (RFEF) después de que algunos aficionados escupieran a un árbitro asistente en el derbi frente al eibar del pasado 6 de noviembre en el Stadium Gal.
El comité impuso ayer esta sanción al conjunto irundarra en aplicación de los artículos 1.100 y 15 del Código Disciplinario, según informó ayer el club unionista en un comunicado.
El colegiado que dirigió el derbi, Roberto Flores Roda, recogió en la redacción del acta que en el minuto 71 el asistente número dos le comunicó que «aficionados, que animaban al Real Unión Club, se encontraban detrás suyo lanzando escupitajos sobre él, alcanzándole en la pierna y la espalda». El delegado de campo, Aitor García Rubio, se encargó de avisar al servicio de seguridad para evitar que la actitud de estos aficionados causara un problema mayor.
El Real Unión criticó ayer estos sucesos y declaró que no tienen cabida en un terreno de juego. Advirtió también que «de repetirse, podría ocasionarse un grave perjuicio al club».
El comité impuso ayer esta sanción al conjunto irundarra en aplicación de los artículos 1.100 y 15 del Código Disciplinario, según informó ayer el club unionista en un comunicado.
El colegiado que dirigió el derbi, Roberto Flores Roda, recogió en la redacción del acta que en el minuto 71 el asistente número dos le comunicó que «aficionados, que animaban al Real Unión Club, se encontraban detrás suyo lanzando escupitajos sobre él, alcanzándole en la pierna y la espalda». El delegado de campo, Aitor García Rubio, se encargó de avisar al servicio de seguridad para evitar que la actitud de estos aficionados causara un problema mayor.
El Real Unión criticó ayer estos sucesos y declaró que no tienen cabida en un terreno de juego. Advirtió también que «de repetirse, podría ocasionarse un grave perjuicio al club».
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