"Aquellos sí eran ultras, no los niñatos de hoy en día". Lo dice L., uno de los miles de 'Ultras Sur' que poblaban el fondo del Bernabéu en los 90 y que ve ahora desde la distancia en qué ha quedado el grupo ultra madridista.
Eran otros tiempos. A finales de los 80 y durante gran parte de los 90, apenas se podía entrar en el fondo sur del Santiago Bernabéu si no eras parte de los 'Ultras Sur', si ellos no te habían vendido 'una de sus entradas' o si por medio de algún cabecilla del grupo no conseguías 'un pase'. Los socios que tenían su localidad en esa ubicación y no eran ultras se contaban con los dedos de un centenar de manos.
Porque por aquel entonces, el grupo ultra más importante de España controlaba todo lo que sucedía a su alrededor. Desde dos horas antes en los bares cercanos al estadio (el mítico 'La flor' era un punto clave de reunión) hasta el pitido final del partido y lo que llegaba después, Ultras Sur era un mundo.Dos mil socios llegó a tener el grupo, pero más de cinco mil se congregaban en cada partido alrededor de dos escudos: el del Real Madrid... y el de la enseña nacional preconstitucional. Madridistas y españoles, toda una declaración de intenciones de un grupo del que apenas quedan las migajas.
Pillados en Barajas
¿En qué se ha convertido aquel movimiento que congregaba a miles de fieles cada fin de semana, en el Bernabéu o sembrando el pánico en algún viaje con su equipo? Prácticamente en nada. Hoy no llegan a 1000 los ultras que se dan cita en el Bernabéu y son muchos menos los que son socios del grupo. Ha decaído la intensidad y también el compromiso de los 'Ultras Sur'."Entonces apoyábamos a nuestro equipo, pero también unos ideales: éramos del Madrid y españoles". Eran de derechas, por eso tenían lazos con grupos de extrema derecha europeos como los 'Irriducibili' del Lazio, los 'Boys San' del Inter o los 'Gate 13' del Panathinaikos, y mantenían un magnífico trato con los ultras del Espanyol, los Brigadas Blanquiazules.
Las batallas campales contra el 'Frente Atlético' eran el pan nuestro de cada día, al igual que sucedía con los 'Boixos Nois' cada vez que llegaba un Madrid - Barça. Ahora, todo se ha reducido a un grupo de ultras muy jóvenes con menos ideales políticos que aquéllos que les precedieron en el tiempo y que apenas salen en las noticias, como cuando este martes fueron identificados en Barajas cuando querían viajar a Amsterdam... con 20 bates de béisbol.
¿Cómo han llegado a ese punto?
El 1 de abril de 1998, cuando rompieron una portería del Bernabéu en los prolegómenos de las semifinales de Champions ante el Borussia Dortmund en el Bernabéu es una fecha que marca un antes y un después en la historia del grupo.
Ya no gozan de los privilegios de la época de Ramón Mendoza, Lorenzo Sanz y que recordaron incluso en tiempos de Ramón Calderón. Ya no tienen entradas a discreción, ni viajes pagados y ya no entran en el Bernabéu como Pedro por su casa. Están controlados y vigilados por cámaras, la policía sabe quiénes son y ya no se pueden esconder entre la masa. Son otros tiempos para los 'Ultras Sur'. Ya, ni siquiera Los Nikis les componen canciones.
Eran otros tiempos. A finales de los 80 y durante gran parte de los 90, apenas se podía entrar en el fondo sur del Santiago Bernabéu si no eras parte de los 'Ultras Sur', si ellos no te habían vendido 'una de sus entradas' o si por medio de algún cabecilla del grupo no conseguías 'un pase'. Los socios que tenían su localidad en esa ubicación y no eran ultras se contaban con los dedos de un centenar de manos.
Porque por aquel entonces, el grupo ultra más importante de España controlaba todo lo que sucedía a su alrededor. Desde dos horas antes en los bares cercanos al estadio (el mítico 'La flor' era un punto clave de reunión) hasta el pitido final del partido y lo que llegaba después, Ultras Sur era un mundo.Dos mil socios llegó a tener el grupo, pero más de cinco mil se congregaban en cada partido alrededor de dos escudos: el del Real Madrid... y el de la enseña nacional preconstitucional. Madridistas y españoles, toda una declaración de intenciones de un grupo del que apenas quedan las migajas.
Pillados en Barajas
¿En qué se ha convertido aquel movimiento que congregaba a miles de fieles cada fin de semana, en el Bernabéu o sembrando el pánico en algún viaje con su equipo? Prácticamente en nada. Hoy no llegan a 1000 los ultras que se dan cita en el Bernabéu y son muchos menos los que son socios del grupo. Ha decaído la intensidad y también el compromiso de los 'Ultras Sur'."Entonces apoyábamos a nuestro equipo, pero también unos ideales: éramos del Madrid y españoles". Eran de derechas, por eso tenían lazos con grupos de extrema derecha europeos como los 'Irriducibili' del Lazio, los 'Boys San' del Inter o los 'Gate 13' del Panathinaikos, y mantenían un magnífico trato con los ultras del Espanyol, los Brigadas Blanquiazules.
Las batallas campales contra el 'Frente Atlético' eran el pan nuestro de cada día, al igual que sucedía con los 'Boixos Nois' cada vez que llegaba un Madrid - Barça. Ahora, todo se ha reducido a un grupo de ultras muy jóvenes con menos ideales políticos que aquéllos que les precedieron en el tiempo y que apenas salen en las noticias, como cuando este martes fueron identificados en Barajas cuando querían viajar a Amsterdam... con 20 bates de béisbol.
¿Cómo han llegado a ese punto?
El 1 de abril de 1998, cuando rompieron una portería del Bernabéu en los prolegómenos de las semifinales de Champions ante el Borussia Dortmund en el Bernabéu es una fecha que marca un antes y un después en la historia del grupo.
Ya no gozan de los privilegios de la época de Ramón Mendoza, Lorenzo Sanz y que recordaron incluso en tiempos de Ramón Calderón. Ya no tienen entradas a discreción, ni viajes pagados y ya no entran en el Bernabéu como Pedro por su casa. Están controlados y vigilados por cámaras, la policía sabe quiénes son y ya no se pueden esconder entre la masa. Son otros tiempos para los 'Ultras Sur'. Ya, ni siquiera Los Nikis les componen canciones.
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