La Policía Nacional readapta sus protocolos de actuación del confinamiento general al plan de desescalada. Confidencial Digital ha tenido acceso a la “Orden de Servicio Plan Desescalada COVID-19” que el director adjunto operativo (DAO) ha remitido a todas las jefaturas superiores autonómicas para ir modificando el despliegue según las fases del plan del Gobierno.
El oficio firmado por el comisario principal José Ángel González Jiménez señala que se trata de “dar una respuesta policial apropiada” a las fases del plan de desescalada, que incluye una diversidad de restricciones y de medidas y que se va adoptando en provincias y territorios de manera asimétrica.
Este documento incluye desde la Fase 0 a la Fase III, sin contemplar aún la etapa posterior de “nueva normalidad”, tal como la califica el Gobierno.
Ante una serie de categorías (medidas en el ámbito personal, medidas sobre comercio minorista, hostelería, medidas de movilidad urbana…), la Dirección Adjunta Operativa establece las actuaciones de “operatividad policial” a aplicar.
Llaman la atención, por ejemplo, las previsiones que la Policía Nacional tiene sobre la Fase II en lo que se refiere al “Deporte profesional y federado”. Las fechas en que se retomarán las jornadas de la Liga interrumpidas a mediados de marzo aún son estimativas. Pero la Policía se prepara para que se den en el marco de la Fase II, cuando haya “entrenamiento total en ligas profesionales” y “reapertura de campeonatos profesionales mediante partidos a puerta cerrada o con limitación de aforo, que pueden ser retransmitidos”.
En ese sentido, el DAO establece cuatro medidas. En primer lugar, ordena llevar a cabo una “vigilancia ante la posibilidad de concentración de público para ver entrenamientos deportivos”. Es decir, evitar que por ejemplo se aglomeren personas ante las ciudades deportivas de los equipos de Primera División de fútbol, tras varios meses sin ver un partido.
Aunque los partidos serán “a puerta cerrada o con aforo limitado”, también planea ya establecer “dispositivos de seguridad para partidos de liga profesional”.
Eso requerirá, como ocurría antes, una “coordinación de seguridad en los términos previstos para la celebración de encuentros deportivos”.
Y añaden un cuarto punto, en este caso, referido a los ultras del fútbol. Las unidades policiales en toda España deberán realizar un “control y seguimiento de la actividad de los grupos radicales ante la celebración de partidos a puerta cerrada o con aforo limitado”.
Hay que recordar, por ejemplo, que el Valencia-Atalanta que se celebró en el Estadio de Mestalla antes de la declaración del estado de alarma fue a puerta cerrada. Pese a ello, cientos de personas se agolparon en el exterior del campo para -como solía ocurrir antes de la epidemia de coronavirus- recibir al autobús del equipo local y animar a los jugadores antes del partido.
Controles de vehículos hasta la Fase II
Aunque ya en la Fase II del plan de desescalada se permiten los viajes a segundas residencias siempre que estén en la misma provincia, la Policía Nacional mantendrá aún en esa fase los controles de vehículos en la salida y entrada de las ciudades y en las carreteras, “para evitar desplazamientos no permitidos”.
Además, se van a realizar “controles en vía pública de vehículos supervisando la ocupación permitida”, tanto en Fase I como en Fase II.
Sin embargo, ya en Fase III no se mencionan estos controles que las Fuerzas de Seguridad realizan desde mediados de marzo, con la declaración de estado de alarma, para impedir viajes no permitidos durante el confinamiento.
En la Fase II también se permitirá ya el “uso de las playas” con unas medidas de distancia y con horarios.
Por ello, la Policía Nacional tiene previsto establecer dispositivos de vigilancia y control en zonas de playa. En esa Fase II, además, también se aplicará en prevenir “delitos contra la propiedad, botellones y tráfico minorista de drogas”.
La progresiva reapertura de tiendas, centros comerciales, bares, locales de ocio y espectáculos al aire libre va a obligar a los policías nacionales a establecer dispositivos para intensificar la vigilancia y las patrullas en esas zonas, y realizar controles de masas y comprobaciones de que se cumplen las limitaciones de aforo en todos estos espacios, de acuerdo con los porcentajes y cifras fijados por el Gobierno de España en el plan de desescalada.
También se busca prevenir los “delitos contra la propiedad”, es decir, los hurtos y robos que se podrían reactivar en cuanto regrese la actividad a las zonas comerciales.
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