"Golpearon las sillas, rompieron los baños y se llevaron ocho jamones"

En Yecla existe un gran malestar por la bronca que montaron ciertos hinchas, que para nada representan a la afición del Real Murcia. Los incidentes registrados ayer, antes y tras el partido de fútbol entre el Yeclano Deportivo y el Real Murcia y que se saldaron con varios detenidos, están siendo motivo de comentarios en todos los ambientes de la ciudad. No se habla de otra cosa. La gente lamenta indignada que al final todo el protagonismo se lo hayan llevado “un grupo de ultras que vinieron a montar la gresca a Yecla”. Para la mayoría de los yeclanos, es penoso que el ambiente deportivo que se registró y la intensidad del encuentro de fútbol hayan quedado en un tercer plano. La opinión pública en general pide que se investiguen lo sucedido y que “los responsables corran con todos los gastos de los desperfectos causados, tanto en las instalaciones del campo de fútbol, como fuera del mismo”. También piden responsabilidades las autoridades locales y la directiva del Yeclano.
Quienes vieron a este grupo de “aficionados”, a la hora de la comida, así lo atestiguan. Antes de recalar en el bar Tino, probaron a entrar en otros establecimientos de hostelería de la ciudad, cuando ya pasaban de las 15.30 horas, lo que no consiguieron, principalmente, por el estado que presentaban algunos de los miembros de este grupo, que llegó con bastante antelación a Yecla y que ya iban un tanto subidos de tono. Testigos presenciales aseguran que, su comportamiento por la calle, con cánticos de tipo nazi y fuera de lugar, totalmente extradeportivos, iba encaminado a enturbiar lo que podría haberse sido una fiesta de fútbol. Incluso, se les vio practicando el 'botellón' y antes de entrar al estadio arremetieron contra el vehículo de la megafonía del Yeclano, al que rompieron los espejos retrovisores, además de destrozar varias papeleras del entorno.
El propietario del bar Tino, Constantino Muñoz, ubicado en la calle Cruz de Piedra, muy cercano al campo de La Constitución dice que “eran las cuatro de la tarde, cuando un grupo bastante numeroso, identificado con los colores de Real Murcia, entraron invadiendo el bar, pidiendo que le sirviéramos bocadillos. Cuando le dijimos que no nos quedaba pan y no le podíamos servir, entonces empezaron a dar golpes con las sillas y las mesas. No tuvieron bastante con eso y a la salida se llevaron 8 de los 10 jamones que habían”. Algunos integrantes del grupo entraron a los aseos, causando también daños en su interior. Constantino calcula que los desperfectos ocasionados y lo sustraído asciende a más de 2.000 euros, y adelanta a laverdad.es que esta tarde presentará la denuncia en la Comisaría de Policía. Constantino Muñoz considera “que es un caso aislado, porque tuvimos más de 50 personas de Murcia comiendo ayer y su comportamiento fue correctísimo”.