El Gobierno intensifica su cruzada contra los ultras. Desde hace un mes dispone de otra arma para luchar contra los aficionados radicales en los estadios de fútbol y en las canchas de baloncesto. No sirvió para impedir el lanzamiento de bengalas en Montjuic por parte de los 'boixos nois' del Barça contra seguidores del Espanyol. Tampoco para evitar que los ultras del Olympique de Marsella emprendiesen una batalla contra la policía en el Vicente Calderón.
Sin embargo, gracias a la orden ministerial que entró en vigor el 26 de septiembre, la víspera del derbi catalán y cinco días antes de los incidentes del Atlético-Olympique, las imágenes de los ultras en las gradas o en los aledaños de los estadios ya pueden ser archivadas en un fichero automatizado del que es titular la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil.
Grabaciones como las protagonizadas por los hinchas del Marsella que lanzaron decenas de sillas a la policía que tuvo que refugiarse en los vomitorios del Calderón ante la violencia empleada por los radicales franceses, podrán ser conservadas «cuanto sea preciso para la investigación de los incidentes», y ser transferidas a otros países. También se trasladarán las imágenes recogidas, como ocurre en la actualidad, a la Comisión Antiviolencia, encargada de proponer para los infractores sanciones de hasta cinco años de prohibición de acceso a los recintos deportivos. Ese fue el castigo solicitado por Antiviolencia para cada uno de los cinco 'boixos nois' encarcelados como autores de los lanzamientos de bengalas.
Sin embargo, gracias a la orden ministerial que entró en vigor el 26 de septiembre, la víspera del derbi catalán y cinco días antes de los incidentes del Atlético-Olympique, las imágenes de los ultras en las gradas o en los aledaños de los estadios ya pueden ser archivadas en un fichero automatizado del que es titular la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil.
Grabaciones como las protagonizadas por los hinchas del Marsella que lanzaron decenas de sillas a la policía que tuvo que refugiarse en los vomitorios del Calderón ante la violencia empleada por los radicales franceses, podrán ser conservadas «cuanto sea preciso para la investigación de los incidentes», y ser transferidas a otros países. También se trasladarán las imágenes recogidas, como ocurre en la actualidad, a la Comisión Antiviolencia, encargada de proponer para los infractores sanciones de hasta cinco años de prohibición de acceso a los recintos deportivos. Ese fue el castigo solicitado por Antiviolencia para cada uno de los cinco 'boixos nois' encarcelados como autores de los lanzamientos de bengalas.
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