La fiebre desatada en torno a la segunda equipación del Huesca, la de la cruz de San Jorge, sigue dando que hablar. Y no solo porque el club azulgrana se esté viendo desbordado por la avalancha de peticiones de la citada elástica, sino porque el equipo oscense desea lucirla ya el próximo sábado en el Alcoraz, en el partido que debe disputar contra el Córdoba.
Todavía ayer los rectores de la entidad realizaban gestiones para averiguar si podían usar el uniforme de respeto a pesar de jugar como locales ante el cuadro andaluz. El artículo 274 del reglamento general de la Real Federación Española de Fútbol señala que los equipos anfitriones en la competición liguera deben lucir su primera equipación. Y a partir de ahí establece los matices pertinentes para los casos de coincidencia de colores de los contendientes.
Aun así, el Huesca ha consultado a la Liga de Fútbol Profesional, que dejaba una puerta abierta al acuerdo entre los equipos en liza y la autorización de los colegiados. Con el Córdoba no había ningún problema al tratarse de un club con el que el Huesca mantiene excelentes relaciones, sobre todo desde la disputa hace dos temporadas de la fase de ascenso a Segunda, en medio de una gran deportividad, y con el ascenso de los cordobeses como resultado.
Los andaluces volvieron a dirigirse ayer a la Sociedad Deportiva Huesca para consultar si finalmente debían cambiar su equipación el próximo sábado en el Alcoraz, pero el club azulgrana les respondió que en principio no sería necesario.
Un comunicado en la web del Huesca reconocía a media tarde de ayer los intentos de enfundarse la camiseta de la cruz de San Jorge en la próxima cita liguera. Una pretensión que, según dicha nota, chocaba "con los servicios jurídicos" de la Federación Española de Fútbol, que remitían al club a la normativa expresada en el citado artículo 274 de su reglamento general.
Salvados los escollos de la LFP, contando con el beneplácito del Córdoba y consultado también el estamento arbitral, todo hace indicar que el Huesca va a desistir finalmente de su intención puesto que aún quedaban otras vías administrativas que superar.
Por otro lado, el club ya había dicho en boca de su asesor José Antonio Martín Petón que no deseaba forzar la situación y que el equipo luciría la mencionada camiseta cuando el reglamento lo pidiera.
Gran repercusión
Pero la tremenda repercusión del estudio del Seminario Permanente sobre Migraciones Internacionales y Extranjería de Aragón, en el que se apuntaban las conexiones (amparadas por la UEFA) de los símbolos religiosos con la violencia en el fútbol, ha supuesto una gran explosión en la venta de esta equipación, a la que ayer volvía a referirse el Huesca en su web oficial.
Una expansión que le ha llevado no solo a instar a los aficionados a acudir con ella al estadio el próximo sábado o a querer instalar un stand donde venderla en los prolegómenos del partido, sino a intentar extender la defensa de la camiseta incluso dentro del campo con sus futbolistas, una iniciativa de la que, a menos que haya un giro inesperado, va a tener que desistir.
Todavía ayer los rectores de la entidad realizaban gestiones para averiguar si podían usar el uniforme de respeto a pesar de jugar como locales ante el cuadro andaluz. El artículo 274 del reglamento general de la Real Federación Española de Fútbol señala que los equipos anfitriones en la competición liguera deben lucir su primera equipación. Y a partir de ahí establece los matices pertinentes para los casos de coincidencia de colores de los contendientes.
Aun así, el Huesca ha consultado a la Liga de Fútbol Profesional, que dejaba una puerta abierta al acuerdo entre los equipos en liza y la autorización de los colegiados. Con el Córdoba no había ningún problema al tratarse de un club con el que el Huesca mantiene excelentes relaciones, sobre todo desde la disputa hace dos temporadas de la fase de ascenso a Segunda, en medio de una gran deportividad, y con el ascenso de los cordobeses como resultado.
Los andaluces volvieron a dirigirse ayer a la Sociedad Deportiva Huesca para consultar si finalmente debían cambiar su equipación el próximo sábado en el Alcoraz, pero el club azulgrana les respondió que en principio no sería necesario.
Un comunicado en la web del Huesca reconocía a media tarde de ayer los intentos de enfundarse la camiseta de la cruz de San Jorge en la próxima cita liguera. Una pretensión que, según dicha nota, chocaba "con los servicios jurídicos" de la Federación Española de Fútbol, que remitían al club a la normativa expresada en el citado artículo 274 de su reglamento general.
Salvados los escollos de la LFP, contando con el beneplácito del Córdoba y consultado también el estamento arbitral, todo hace indicar que el Huesca va a desistir finalmente de su intención puesto que aún quedaban otras vías administrativas que superar.
Por otro lado, el club ya había dicho en boca de su asesor José Antonio Martín Petón que no deseaba forzar la situación y que el equipo luciría la mencionada camiseta cuando el reglamento lo pidiera.
Gran repercusión
Pero la tremenda repercusión del estudio del Seminario Permanente sobre Migraciones Internacionales y Extranjería de Aragón, en el que se apuntaban las conexiones (amparadas por la UEFA) de los símbolos religiosos con la violencia en el fútbol, ha supuesto una gran explosión en la venta de esta equipación, a la que ayer volvía a referirse el Huesca en su web oficial.
Una expansión que le ha llevado no solo a instar a los aficionados a acudir con ella al estadio el próximo sábado o a querer instalar un stand donde venderla en los prolegómenos del partido, sino a intentar extender la defensa de la camiseta incluso dentro del campo con sus futbolistas, una iniciativa de la que, a menos que haya un giro inesperado, va a tener que desistir.
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