La federación de fútbol inglesa no sancionará al Liverpool por la conducta que mostraron sus aficionados durante el partido liguero contra el West Ham del lunes, al mostrar en sus camisetas mensajes de apoyo a Michael Shields, el hincha "red" encarcelado en 2005 por intento de asesinato.
Las muestras de solidaridad que exhibió la afición local -con eslóganes que rezaban: "liberad a Michael ya"- se desarrollaron durante el calentamiento del encuentro correspondiente a la decimoquinta jornada de la Liga inglesa disputado en Anfield.
Michael Shields fue condenado a diez años de prisión por intento de asesinato y encarcelado en Bulgaria aunque posteriormente logró permiso para ser transferido al Reino Unido donde cumple el resto de la sentencia.
Este seguidor fue procesado por el intento de asesinato de un camarero, de nombre Martin Georgiev, durante una pelea producida en un destino vacacional mientras pasaba sus vacaciones en el Mar Negro.
En el momento de lo sucedido, el seguidor del Liverpool, que siempre ha mantenido su inocencia, era un estudiante de 20 años que acudió al local a seguir por televisión la final de la Liga de Campeones que ganó su equipo en Estambul ante el Milan.
Shields fue condenado a quince años, una sentencia que se redujo a diez, y fue multado con 130.000 euros.
"Hemos hablado con el Liverpool sobre el asunto. Somos conscientes de que el caso de Michael Shields es muy emotivo y afecta mucho a muchos aficionados", indicó hoy un portavoz de la FA.
Esta fuente añadió que tras haber escuchado la explicación dada por la entidad de Anfield, no pensaban "adoptar medidas formales".
El pasado mes, un juez del Tribunal Superior de Londres decidió que el caso de Shields fuera visto de nuevo por tres jueces y mañana comenzará a celebrarse una vista para revisarlo.
Las muestras de solidaridad que exhibió la afición local -con eslóganes que rezaban: "liberad a Michael ya"- se desarrollaron durante el calentamiento del encuentro correspondiente a la decimoquinta jornada de la Liga inglesa disputado en Anfield.
Michael Shields fue condenado a diez años de prisión por intento de asesinato y encarcelado en Bulgaria aunque posteriormente logró permiso para ser transferido al Reino Unido donde cumple el resto de la sentencia.
Este seguidor fue procesado por el intento de asesinato de un camarero, de nombre Martin Georgiev, durante una pelea producida en un destino vacacional mientras pasaba sus vacaciones en el Mar Negro.
En el momento de lo sucedido, el seguidor del Liverpool, que siempre ha mantenido su inocencia, era un estudiante de 20 años que acudió al local a seguir por televisión la final de la Liga de Campeones que ganó su equipo en Estambul ante el Milan.
Shields fue condenado a quince años, una sentencia que se redujo a diez, y fue multado con 130.000 euros.
"Hemos hablado con el Liverpool sobre el asunto. Somos conscientes de que el caso de Michael Shields es muy emotivo y afecta mucho a muchos aficionados", indicó hoy un portavoz de la FA.
Esta fuente añadió que tras haber escuchado la explicación dada por la entidad de Anfield, no pensaban "adoptar medidas formales".
El pasado mes, un juez del Tribunal Superior de Londres decidió que el caso de Shields fuera visto de nuevo por tres jueces y mañana comenzará a celebrarse una vista para revisarlo.
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