El fútbol regional mostró ayer su conmoción por los incidentes sucedidos el sábado en el partido de Tercera Territorial entre el Rosario Central y el Bada Bing, que derivó en una batalla campal. La Comisión Antiviolencia de la Federació Catalana, reunida ayer de urgencia, trasladó a su Comité de Competición (que se cita mañana) la posible exclusión de la Liga del equipo visitante.
Los integrantes y simpatizantes del Bada Bing, presuntamente Boixos Nois, agredieron a jugadores, hinchas y hasta al presidente de Central, lo que acabó con una decena de personas en el hospital. El equipo rosarino cuenta con jugadores de siete países.
La polémica radica en la ausencia de efectivos policiales en el campo, a pesar de que Rosario Central los había pedido. La Catalana asegura que había avisado a los Mossos d'Esquadra, extremo que la policía autonómica niega. Los Mossos argumentan que tardaron sólo siete minutos en personarse, después de recibir una llamada en la que se denunciaban las agresiones.
En aquel momento, la Guardia Urbana, que ya estaba en el campo, había detenido a cinco agresores. "Espero que alguien me explique por qué pasó esto sabiendo que era previsible", se lamentó ayer Ernesto Sukerman, presidente de Central, después de reunirse con su homólogo en la Catalana, Ricard Campoy.
La noticia traspasó fronteras. La embajada argentina en España emitió un comunicado expresando su "rechazo y condena a los gravísimos actos".
El Ayuntamiento hará de 'fiscal'
Jordi Hereu, alcalde de Barcelona, aseguró ayer que el Ayuntamiento se personará en la causa contra el Bada Bing. "Hay determinadas conductas que no se pueden aceptar en ningún sitio, y menos usar el deporte para canalizarlas", afirmó. Por su parte, la Generalitat estudia hacer lo mismo, según confirmó su secretario de Inmigración, Oriol Amors. El Movimiento contra la Intolerancia pidió la "máxima sanción posible". Por su parte, los Boixos Nois se desvincularon como colectivo del Bada Bing a través de un comunicado publicado ayer en su web.
Los integrantes y simpatizantes del Bada Bing, presuntamente Boixos Nois, agredieron a jugadores, hinchas y hasta al presidente de Central, lo que acabó con una decena de personas en el hospital. El equipo rosarino cuenta con jugadores de siete países.
La polémica radica en la ausencia de efectivos policiales en el campo, a pesar de que Rosario Central los había pedido. La Catalana asegura que había avisado a los Mossos d'Esquadra, extremo que la policía autonómica niega. Los Mossos argumentan que tardaron sólo siete minutos en personarse, después de recibir una llamada en la que se denunciaban las agresiones.
En aquel momento, la Guardia Urbana, que ya estaba en el campo, había detenido a cinco agresores. "Espero que alguien me explique por qué pasó esto sabiendo que era previsible", se lamentó ayer Ernesto Sukerman, presidente de Central, después de reunirse con su homólogo en la Catalana, Ricard Campoy.
La noticia traspasó fronteras. La embajada argentina en España emitió un comunicado expresando su "rechazo y condena a los gravísimos actos".
El Ayuntamiento hará de 'fiscal'
Jordi Hereu, alcalde de Barcelona, aseguró ayer que el Ayuntamiento se personará en la causa contra el Bada Bing. "Hay determinadas conductas que no se pueden aceptar en ningún sitio, y menos usar el deporte para canalizarlas", afirmó. Por su parte, la Generalitat estudia hacer lo mismo, según confirmó su secretario de Inmigración, Oriol Amors. El Movimiento contra la Intolerancia pidió la "máxima sanción posible". Por su parte, los Boixos Nois se desvincularon como colectivo del Bada Bing a través de un comunicado publicado ayer en su web.
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