Un peligroso barrista del Club Universitario de Deportes que es acusado de haber asesinado a cinco hinchas de Alianza Lima en menos de dos años, fue capturado ayer por agentes de la comisaría de Nueva Esperanza, en Villa María del Triunfo, luego que su grupo de pandilleros conocido como Los eucaliptos se enfrentará a golpes con otro de hinchas aliancistas, quienes lo dejaron con el rostro desfigurado y con un corte en la frente.
Kelyn Jonatan Martel Suárez (25) Boa, líder de la barra crema de Nueva Esperanza, tiene en su haber, a decir de la policía, los asesinatos de los aliancistas Luis Arratea Prado Maranguita, Joel Joaquín Quispe Pichón, William Montes Arias, Willy Ríos Chato Ríos y un quinto cuya identidad no ha sido revelada por la policía. Las autoridades policiales señalaron que el primero fue asesinado a pedradas, el segundo a machetazos, mientras que al tercero y cuarto los masacró a golpes.
El asesino, quien en un principio se identificó ante las autoridades como Alan Julca Sánchez (22), fue abandonado en la vía pública mal herido, tras ser atacado brutalmente por sus oponentes. Un grupo de vecinos lo auxilió y lo trasladó al Centro de Salud Daniel Alcides Carrión, donde la policía lo interrogó. El sujeto aseguró a la policía, en más de una oportunidad, que se había caído del segundo piso mientras discutía acaloradamente con su pareja y que no había participado en el enfrentamiento, pero finalmente fue reconocido por unos testigos como uno de los cabecillas de la pandilla Los eucaliptos. Luego la policía dio con su identidad.
Los que lo conocen lo consideran un hombre excesivamente violento que odia a muerte a los aliancistas, lo que explica sus asesinatos.
En las pertenencias del homicida, la policía encontró más de 25 ketes de pasta básica de cocaína, por lo que también puede ser denunciado por la microcomercialización de drogas.
El enfrentamiento entre aliancistas y cremas, con la participación de cerca de 200 pandilleros, se produjo a plena luz del día con piedras, botellas y hasta armas de fuego a la altura del paradero 12 de la avenida 26 de Noviembre, ante la presencia de los vecinos que optaron por refugiarse en el interior de sus viviendas.
Agentes de dicha comisaría informaron que los patrulleros de placas PL-0274 y PL-7543 sufrieron la rotura del parabrisas delantero a causa de las piedras que ambos bandos lanzaban y que por ello tuvieron que pedir apoyo al personal policial del Escuadrón de Emergencia.
Kelyn Jonatan Martel Suárez (25) Boa, líder de la barra crema de Nueva Esperanza, tiene en su haber, a decir de la policía, los asesinatos de los aliancistas Luis Arratea Prado Maranguita, Joel Joaquín Quispe Pichón, William Montes Arias, Willy Ríos Chato Ríos y un quinto cuya identidad no ha sido revelada por la policía. Las autoridades policiales señalaron que el primero fue asesinado a pedradas, el segundo a machetazos, mientras que al tercero y cuarto los masacró a golpes.
El asesino, quien en un principio se identificó ante las autoridades como Alan Julca Sánchez (22), fue abandonado en la vía pública mal herido, tras ser atacado brutalmente por sus oponentes. Un grupo de vecinos lo auxilió y lo trasladó al Centro de Salud Daniel Alcides Carrión, donde la policía lo interrogó. El sujeto aseguró a la policía, en más de una oportunidad, que se había caído del segundo piso mientras discutía acaloradamente con su pareja y que no había participado en el enfrentamiento, pero finalmente fue reconocido por unos testigos como uno de los cabecillas de la pandilla Los eucaliptos. Luego la policía dio con su identidad.
Los que lo conocen lo consideran un hombre excesivamente violento que odia a muerte a los aliancistas, lo que explica sus asesinatos.
En las pertenencias del homicida, la policía encontró más de 25 ketes de pasta básica de cocaína, por lo que también puede ser denunciado por la microcomercialización de drogas.
El enfrentamiento entre aliancistas y cremas, con la participación de cerca de 200 pandilleros, se produjo a plena luz del día con piedras, botellas y hasta armas de fuego a la altura del paradero 12 de la avenida 26 de Noviembre, ante la presencia de los vecinos que optaron por refugiarse en el interior de sus viviendas.
Agentes de dicha comisaría informaron que los patrulleros de placas PL-0274 y PL-7543 sufrieron la rotura del parabrisas delantero a causa de las piedras que ambos bandos lanzaban y que por ello tuvieron que pedir apoyo al personal policial del Escuadrón de Emergencia.
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