En el Betis-Málaga hubo dos expulsados del equipo verdiblanco, pero casi hubo más polémica fuera del campo. Decenas de hinchas visitantes se volvieron a la capital de la Costa del Sol porque no pudieron adquirir la entrada. La situación amenaza con repetirse el próximo sábado en La Rosaleda.
El G-5, que reúne a los cinco equipos andaluces de Primera, auspició varias medidas para facilitar la armonía entre unos clubes tradicionalmente poco dados a la hermandad. Una de ellas era abaratar las entradas para sus respectivas aficiones cada vez que visiten uno de los estadios de la comunidad. El Betis rebajó el precio para la hinchada del Málaga en la primera vuelta, pero decidió que los aficionados sólo podrían recogerlas en una de las taquillas de Heliópolis y previa presentación de su abono. Varias decenas de seguidores malaguistas viajaron a Sevilla sin el carnet y, lógicamente, se quedaron sin ver el partido.
Molesto con aquella situación, el club de La Rosaleda ha decidido que seguirá una política idéntica a la que aplicó el Betis. ‘Se acondicionará una taquilla y las entradas se podrán retirar tres horas antes del partido presentando el carnet del Betis’, explicó ayer el presidente blanquiazul, Fernando Sanz, en Radio Sevilla. Con carnet valen 20 euros;_sin él, 40. El anuncio, sin embargo, ha sorprendido a la Federación de Peñas del Betis, que a principios de semana llegó a un acuerdo con el club anfitrión para organizar el reparto de las 800 entradas que habrá para aficionados verdiblancos. De acuerdo con ese pacto, varios representantes de la Federación se personarían el viernes en La Rosaleda para recoger tantas entradas como hayan reservado los béticos en su sede, en el estadio (el plazo acaba esta tarde). Por supuesto irían con los correspondientes carnets y el dinero y repartirían los tickets el sábado por la mañana. Si sobrasen entradas, ya sí se venderían la tarde del partido en La Rosaleda. Quien haga la gestión a través de la Federación no tiene la obligación de viajar en los autobuses oficiales, sino que puede hacerlo por su cuenta.
La Federación, que de repente no tiene la seguridad de que el viernes tenga entradas, espera que todo quede aclarado esta misma tarde. Hay una reunión entre los responsables de seguridad de los dos clubes y ahí se aclarará si la Federación puede viajar mañana a Málaga o si tendrá que esperar al sábado. Y a todo esto el partido es de alto riesgo, por lo que a la Federación le parece ‘poco conveniente’ que minutos antes del choque haya cientos de béticos concentrados en una taquilla, según su presidente, Juan de Dios Álvarez.
El G-5, que reúne a los cinco equipos andaluces de Primera, auspició varias medidas para facilitar la armonía entre unos clubes tradicionalmente poco dados a la hermandad. Una de ellas era abaratar las entradas para sus respectivas aficiones cada vez que visiten uno de los estadios de la comunidad. El Betis rebajó el precio para la hinchada del Málaga en la primera vuelta, pero decidió que los aficionados sólo podrían recogerlas en una de las taquillas de Heliópolis y previa presentación de su abono. Varias decenas de seguidores malaguistas viajaron a Sevilla sin el carnet y, lógicamente, se quedaron sin ver el partido.
Molesto con aquella situación, el club de La Rosaleda ha decidido que seguirá una política idéntica a la que aplicó el Betis. ‘Se acondicionará una taquilla y las entradas se podrán retirar tres horas antes del partido presentando el carnet del Betis’, explicó ayer el presidente blanquiazul, Fernando Sanz, en Radio Sevilla. Con carnet valen 20 euros;_sin él, 40. El anuncio, sin embargo, ha sorprendido a la Federación de Peñas del Betis, que a principios de semana llegó a un acuerdo con el club anfitrión para organizar el reparto de las 800 entradas que habrá para aficionados verdiblancos. De acuerdo con ese pacto, varios representantes de la Federación se personarían el viernes en La Rosaleda para recoger tantas entradas como hayan reservado los béticos en su sede, en el estadio (el plazo acaba esta tarde). Por supuesto irían con los correspondientes carnets y el dinero y repartirían los tickets el sábado por la mañana. Si sobrasen entradas, ya sí se venderían la tarde del partido en La Rosaleda. Quien haga la gestión a través de la Federación no tiene la obligación de viajar en los autobuses oficiales, sino que puede hacerlo por su cuenta.
La Federación, que de repente no tiene la seguridad de que el viernes tenga entradas, espera que todo quede aclarado esta misma tarde. Hay una reunión entre los responsables de seguridad de los dos clubes y ahí se aclarará si la Federación puede viajar mañana a Málaga o si tendrá que esperar al sábado. Y a todo esto el partido es de alto riesgo, por lo que a la Federación le parece ‘poco conveniente’ que minutos antes del choque haya cientos de béticos concentrados en una taquilla, según su presidente, Juan de Dios Álvarez.
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