El Athletic y el Departamento de Interior del Gobierno se enfrascaron ayer en una polémica sobre los incidentes vividos el pasado sábado en San Mamés a costa del acceso al estadio de cien radicales del 'Frente Atlético'. Su llegada al campo, en torno al minuto 30 del partido, provocó graves incidentes. Les lanzaron y lanzaron objetos y, al concluir el partido, rompieron butacas en la zona del vídeomarcador.
La junta directiva del Athletic ha recibido contundentes críticas por permitir su acceso. Los dirigentes replicaron ayer al indicar que fue la Ertzaintza quien permitió su acceso al estadio tras «evaluar la situación de la seguridad sobre el terreno y considerar que no había ningún problema para que se produjera el acceso de esas personas al campo».
El gobierno rojiblanco mantiene que, como adelantó este periódico, comunicó a Interior el viernes que ultras madrileños llegarían a Bilbao. A partir de ese momento, indican los dirigentes, «una vez que las entradas están en circulación, depende de Interior el decidir si una determinada persona o grupo puede acceder al estadio».
Horas después de que el Athletic hiciera pública su versión de los hechos, el Departamento de Interior del Gobierno vasco salió al paso para indicar que se había permitido el acceso al 'Frente Atlético' porque sus miembros «se comportaban pacíficamente». Además, el Ejecutivo autónomo precisa que se estableció sobre ellos «un dispositivo de control» y «se les escoltó hasta el estadio», donde fueron registrados.
Según Interior, sobre las 20.30 horas del sábado, hora y media antes del partido, la Policía localizó a «aproximadamente, un centenar de seguidores del club madrileño en un lugar alejado del estadio».
Dado que ese grupo «se comportaba pacíficamente, sin corear eslóganes ni portar ningún tipo de emblema», se estableció sobre ellos «un dispositivo de control» y «se les escoltó hasta la entrada del estadio, donde se procedió a registrarles». Interior mantiene que el lanzamiento de objetos fue protagonizado por hinchas del Athletic.
La junta directiva del Athletic ha recibido contundentes críticas por permitir su acceso. Los dirigentes replicaron ayer al indicar que fue la Ertzaintza quien permitió su acceso al estadio tras «evaluar la situación de la seguridad sobre el terreno y considerar que no había ningún problema para que se produjera el acceso de esas personas al campo».
El gobierno rojiblanco mantiene que, como adelantó este periódico, comunicó a Interior el viernes que ultras madrileños llegarían a Bilbao. A partir de ese momento, indican los dirigentes, «una vez que las entradas están en circulación, depende de Interior el decidir si una determinada persona o grupo puede acceder al estadio».
Horas después de que el Athletic hiciera pública su versión de los hechos, el Departamento de Interior del Gobierno vasco salió al paso para indicar que se había permitido el acceso al 'Frente Atlético' porque sus miembros «se comportaban pacíficamente». Además, el Ejecutivo autónomo precisa que se estableció sobre ellos «un dispositivo de control» y «se les escoltó hasta el estadio», donde fueron registrados.
Según Interior, sobre las 20.30 horas del sábado, hora y media antes del partido, la Policía localizó a «aproximadamente, un centenar de seguidores del club madrileño en un lugar alejado del estadio».
Dado que ese grupo «se comportaba pacíficamente, sin corear eslóganes ni portar ningún tipo de emblema», se estableció sobre ellos «un dispositivo de control» y «se les escoltó hasta la entrada del estadio, donde se procedió a registrarles». Interior mantiene que el lanzamiento de objetos fue protagonizado por hinchas del Athletic.
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