El partido entre el Zilina eslovaco y el Spartak de Moscú, perteneciente a la sexta y última jornada del grupo F de la Liga de Campeones, se interrumpió de forma momentánea debido al excesivo lanzamiento de bengalas por parte de la grada.
Los jugadores de ambos equipos se retiraron del terreno de juego a los seis minutos de juego y el árbitro del encuentro, el holandés Kevin Blom, decidió detener el partido porque algunos aficionados decidieron saltar al césped aprovechando la humareda.
Los jugadores de ambos equipos se retiraron del terreno de juego a los seis minutos de juego y el árbitro del encuentro, el holandés Kevin Blom, decidió detener el partido porque algunos aficionados decidieron saltar al césped aprovechando la humareda.
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