La afición del Levante cumplió una vez más. Como viene siendo habitual en los últimos partidos, el equipo tuvo el aliento de una grada que, en esta ocasión, tuvo trabajo extra. Hasta el Ciutat de València se desplazaron cerca de 2.000 hinchas del Espanyol, que no cesaron de cantar en toda la tarde.
Ya lo hicieron en los aledaños del estadio del Levante. En la Ronda Norte había aparcados más de veinte autobuses. Media hora antes del partido, la grada visitante ya estaba repleta y las bufandas blanquiazules ondeaban al viento. A pesar de la derrota, los hinchas catalanes no cesaron de cantar en los 90 minutos, y los futbolistas de Pochettino se acercaron a ellos para agradecer el apoyo.
También quisieron expresar su reconocimiento los futbolistas del Levante. Aplaudieron a la grada desde el centro del campo y, antes de abandonar el estadio, hablaron sobre el respaldo de la afición. «Nos sentimos cobijados por ellos», aseguró Jefferson Montero. «El resultado ha sido en parte gracias a ellos, por habernos ayudado en los momentos malos», comentó Javi Venta.
El Levante-Espanyol fue una gran fiesta del fútbol que tuvo su gran momento en el minuto 21 de la primera parte. Como también es costumbre en Cornellà, el club granota había preparado una sorpresa. En el marcador apareció una fotografía del mologrado Dani Jarque, durante unos instantes, las aficiones se hermanaron.
El público coreó el nombre del futbolista fallecido y aplaudió durante un minuto. Quedó olvidado el hecho de que, los cuatro díscolos de siempre, recibieran al autobús del Levante con gritos de «A Segunda».
Ya lo hicieron en los aledaños del estadio del Levante. En la Ronda Norte había aparcados más de veinte autobuses. Media hora antes del partido, la grada visitante ya estaba repleta y las bufandas blanquiazules ondeaban al viento. A pesar de la derrota, los hinchas catalanes no cesaron de cantar en los 90 minutos, y los futbolistas de Pochettino se acercaron a ellos para agradecer el apoyo.
También quisieron expresar su reconocimiento los futbolistas del Levante. Aplaudieron a la grada desde el centro del campo y, antes de abandonar el estadio, hablaron sobre el respaldo de la afición. «Nos sentimos cobijados por ellos», aseguró Jefferson Montero. «El resultado ha sido en parte gracias a ellos, por habernos ayudado en los momentos malos», comentó Javi Venta.
El Levante-Espanyol fue una gran fiesta del fútbol que tuvo su gran momento en el minuto 21 de la primera parte. Como también es costumbre en Cornellà, el club granota había preparado una sorpresa. En el marcador apareció una fotografía del mologrado Dani Jarque, durante unos instantes, las aficiones se hermanaron.
El público coreó el nombre del futbolista fallecido y aplaudió durante un minuto. Quedó olvidado el hecho de que, los cuatro díscolos de siempre, recibieran al autobús del Levante con gritos de «A Segunda».
No hay comentarios:
Publicar un comentario