El Mirandés-Alavés estuvo cerca de acabar en tragedia. Un aficionado, L. V. O., «mayor de 60 años» y residente en Vitoria, resultó herido grave tras recibir una pedrada en la cabeza después de la conclusión del encuentro celebrado en Anduva y cuando todavía se encontraba en una de las gradas del campo. Trasladado primero al hospital de Miranda y posteriormente al de Santiago en Vitoria, tuvo que ser intervenido de urgencia por un coágulo, según apuntaron ayer fuentes del club burgalés.
El aficionado herido nació en Rivaguda (Álava), cerca de Miranda de Ebro. Un familiar explicó a este periódico que se trata de un seguidor «del Alavés y del Mirandés» que aprovechó el domingo para acudir hasta Anduva. L. V. O. se encontraba situado en la grada General, donde se concentraba de pie la mayor parte de los aficionados locales. En ella estaba junto a su nieto, que portaba la camiseta y la bufanda del Alavés. Todo dentro de la rivalidad cordial que presidió el duelo.
«Evolución favorable»
Poco después del pitido del final se produjo el incidente. Algunas fuentes aseguraron ayer que la piedra -que pasó por la abertura existente entre la grada y su techumbre- procedía de la zona exterior del campo que en ese momento desalojaban algunos seguidores del Alavés. El aficionado, tras recibir de lleno el impacto de la piedra, se desvaneció y tuvo que ser evacuado en camilla.
Ante la gravedad de su estado se procedió a una intervención de urgencia. Fuentes hospitalarias confirmaron que el aficionado quedó después ingresado en la UCI, aunque también apuntaron que durante la tarde de ayer su evolución era «favorable» dentro de la gravedad. Un familiar también confirmó la mejoría del herido «después de que hayamos pasado una noche y una mañana horribles». En cualquier caso, el seguidor continuaba en la noche de ayer en el Hospital Santiago y a la espera de que los médicos observen su evolución durante las próximas horas.
El aficionado herido nació en Rivaguda (Álava), cerca de Miranda de Ebro. Un familiar explicó a este periódico que se trata de un seguidor «del Alavés y del Mirandés» que aprovechó el domingo para acudir hasta Anduva. L. V. O. se encontraba situado en la grada General, donde se concentraba de pie la mayor parte de los aficionados locales. En ella estaba junto a su nieto, que portaba la camiseta y la bufanda del Alavés. Todo dentro de la rivalidad cordial que presidió el duelo.
«Evolución favorable»
Poco después del pitido del final se produjo el incidente. Algunas fuentes aseguraron ayer que la piedra -que pasó por la abertura existente entre la grada y su techumbre- procedía de la zona exterior del campo que en ese momento desalojaban algunos seguidores del Alavés. El aficionado, tras recibir de lleno el impacto de la piedra, se desvaneció y tuvo que ser evacuado en camilla.
Ante la gravedad de su estado se procedió a una intervención de urgencia. Fuentes hospitalarias confirmaron que el aficionado quedó después ingresado en la UCI, aunque también apuntaron que durante la tarde de ayer su evolución era «favorable» dentro de la gravedad. Un familiar también confirmó la mejoría del herido «después de que hayamos pasado una noche y una mañana horribles». En cualquier caso, el seguidor continuaba en la noche de ayer en el Hospital Santiago y a la espera de que los médicos observen su evolución durante las próximas horas.
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